Miles de personas secundaron ayer en Bilbao la manifestación convocada por varios partidos nacionalistas vascos para exigir que se respeten los derechos de los presos de ETA y el final de su dispersión. La manifestación, que dio comienzo pasadas las 17:30 horas, fue convocada por las formaciones nacionalistas EA, Aralar, Alternatiba, el partido vasco-francés Abertzaleen Batasuna (AB) y militantes de la izquierda abertzale y apoyada por los sindicatos ELA y LAB, después de que la Audiencia Nacional prohibiese la impulsada a la misma hora y mismo día por la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat.

Una hora antes de iniciarse la marcha, cuya prohibición fue solicitada por el PP y la asociación Dignidad y Justicia, el juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, dictó un auto en el que autorizaba su celebración al entender que esta convocatoria es distinta a la realizada por Etxerat y prohibida por el mismo órgano judicial.

Los partidos convocantes cedieron todo el protagonismo de la marcha a los familiares de los reclusos de ETA quienes encabezaron la marcha, con una gran banderola con su reivindicación de acercamiento de sus allegados a cárceles vascas, portaron la pancarta con el lema de la manifestación y leyeron el comunicado final.

Los dirigentes de los partidos y sindicatos nacionalistas Pello Urizar, secretario general de EA; Patxi Zabaleta, coordinador de Aralar; Oscar Matute, fundador y líder de Alternativa, y destacados ex dirigentes de la ilegalizada Batasuna como Rufi Etxebarria, Jone Goirizelaya o Arantza Urkaregi, ocuparon un segundo plano.

Los manifestantes no portaron ningún cartel con fotografías de los presos de ETA, aunque sí corearon los tradicionales lemas de la izquierda abertzale de exigencia de "presos a la calle. Amnistía para todos", "los presos vascos a Euskadi" o "independencia".

La marcha discurrió sin incidentes a lo largo de la Gran Vía de Bilbao, vigilada por dotaciones de la Ertzaintza, tal y como había solicitado el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional en el auto en el que autorizaba su celebración.

La manifestación concluyó ante el Ayuntamiento de Bilbao, donde se leyó el manifiesto de la marcha en el que se denunció la política de dispersión de los reclusos etarras, y dos bertsolaris (cantores de versos) desgranaron unas estrofas alusivas al motivo de la marcha.

Apoyo del PNV

El PNV considera que se vulneran los derechos humanos de los presos etarras. Así lo explicó el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, que aseguró que se considera a los presos de ETA como miembros de la banda "en el tiempo". De esa manera, se actúa con ellos desde "una política y un diseño que se inscribe en la lucha antiterrorista", por lo que se produce una "vulneración sistemática de derechos humanos". Según dijo, la marcha de ayer se produce en un momento en que la izquierda abertzale pasa por un momento de reflexión interna y los presos han anunciado que van a llevar a cabo una aportación.

Egibar aseguró que la manifestación de ayer se celebró cuando la izquierda abertzale está abordando un proceso de reflexión interna en el que los presos han anunciado una aportación.

Egibar se refirió a "los derechos que también asisten a las personas privadas de libertad" recogidos en la Convención de Derechos Humanos, entre los que se encuentran los principios de "reinserción, resocialización y que cumplan la condena en los centros penitenciarios más cercanos a su entorno, a la familia y demás".