Varios países europeos, como Alemania, la República Checa o Lituania, se han dirigido al Gobierno español para que precise la política hacia Cuba que quiere impulsar España cuando presida la UE en el primer semestre de 2010. Se trata, según explicaron fuentes del Ejecutivo, de países que no mantienen una posición tan cercana hacia La Habana y que siempre se muestran muy exigentes con la situación de los derechos humanos en la Isla.

Las llamadas son consecuencia del viaje que realizó a Cuba el ministro Moratinos la pasada semana, quien avanzó que España planteará a sus socios europeos cambiar por un acuerdo negociado la "posición común" que está en vigor desde 1996, y que condiciona las relaciones entre Cuba y la UE a su apertura democrática y al respeto de los derechos humanos.