El empresario Javier de la Rosa, encausado en el juicio por la corrupción de Hacienda en Cataluña en la década de 1990, cuyo juicio se inició el martes en la Audiencia de Barcelona, aseguró ayer que "a mí me metió Folchi", otro de los implicados, en la presunta trama.

En declaraciones realizadas ayer en un receso del juicio, De la Rosa reconoció que mantuvo una relación de gran amistad con el abogado Juan José Folchi en los años en que se produjeron los casos de presunta corrupción, aunque ahora ya no se relacionan y, de hecho, no se han saludado en los dos días de juicio.

En opinión de Javier de la Rosa, que ha cumplido varios años de prisión por el "caso Torras", aunque ahora sólo acude a la cárcel a dormir, el tribunal no acordará la prescripción de los delitos a los quince encausados porque, sostiene, "hay funcionarios públicos implicados".

El ex jefe de Inspección de Hacienda en Cataluña Josep Maria Huguet y el ex inspector Manuel Abella están encausados también por haber participado en la trama de corrupción, que los jueces de Barcelona han investigado durante casi diez años antes de llegar a juicio.

La mayoría de los letrados de los quince implicados en la trama corrupta, integrada por empresarios y ex altos cargos de Hacienda que presuntamente habrían aceptado sobornos, solicitaron en las dos primeras sesiones del juicio que se prescriban los cargos imputados a sus defendidos.

"Quizás se prescriban en la sentencia", aventuró el empresario barcelonés, que ayer protagonizó la anécdota de la sesión al solicitar directamente a la presidenta de la sección novena de la Audiencia de Barcelona permiso para ir al lavabo, petición que se autorizó con un receso de quince minutos para todos los asistentes al juicio.

La Fiscalía pide ocho años de prisión para el empresario Javier de la Rosa por este caso y, en total para los quince encausados, penas que suman 126 años de cárcel por los delitos de cohecho, falsedad documental y prevaricación.