Crisis e inestabilidad parlamentaria. Mariano Rajoy auguró que con estos dos ingredientes el Gobierno sólo puede sobrevivir "medio año más" y así se lo dijo a José Luis Rodríguez Zapatero durante la sesión de control al Ejecutivo. Acierte o no el líder de la oposición, lo cierto es que los socialistas vagan por la cámara en busca de parches que palien su soledad parlamentaria, y esperan haberlos encontrado con los grupos minoritarios de izquierda.

Las ausencias en las bancadas del PP, CiU y PNV y las argucias reglamentarias permitieron al PSOE sortear la derrota el martes en un par de votaciones, pero el varapalo está asegurado y que llegue es cuestión de tiempo. Zapatero, sin embargo y para variar, se mostró ayer optimista y consideró que hay "grupos suficientes" en el Congreso para pactar "un proyecto político progresista" siempre que se pongan "las luces largas" y se dejen de lado "las expectativas electorales".

Un diagnóstico que no comparte nadie, ni los menos críticos con el presidente del Gobierno. El portavoz socialista, José Antonio Alonso, admitió sin paliativos que "la aritmética" en el Congreso es "difícil". Un destacado diputado de CiU avisó a los socialistas, por si albergaban alguna esperanza, de que no cuenten con ellos porque "vamos a seguir poniéndoles las cosas difíciles". Y Rajoy, por supuesto, no dio ni un euro por el futuro del jefe del Ejecutivo, pues, como están las cosas, "usted no aguanta más de medio año".

La sesión de control se encargó de demostrar que el momento es delicado. El portavoz de ERC, Joan Ridao, comparó la situación de Zapatero con la del "pirata" que está "en el extremo del tablón, donde le acechan con un pincho y a punto de caer al mar infestado de tiburones".

Está así, dijo, porque Zapatero permitió que sus socios de la pasada legislatura "se abrasaran" y pasaran de "la esperanza a la más profunda decepción"; por eso ahora todos los grupos llevan "un cartelito que dice: aquí no se fía". El PSOE "está sin oxígeno", mas Ridao se ofreció a ser el "salvavidas" siempre que se alcance "un buen acuerdo" en financiación autonómica y se cumpla el Estatuto catalán.

Dentro de un año

Zapatero no respondió a los pronósticos fúnebres de Rajoy, aunque lo hizo la vicepresidenta, que también ejerció de pitonisa y vaticinó que "dentro de un año" el PP seguirá en la oposición. Y ante los sarcásticos comentarios de Ridao, el jefe del Ejecutivo apenas ofreció buenas palabras.

Quien pasó de las palabras a los hechos fue el portavoz socialista. Alonso se reunió ayer con sus homólogos de IU y ERC para articular una respuesta a las futuras ententes del PP con CiU y PNV. "No es nada nuevo", argumentaron fuentes socialistas para minimizar el acercamiento a la izquierda. "Es nuevo en esta legislatura porque ni siquiera nos reuníamos", replicó Gaspar Llamazares.

Éste explicó que acordaron con el PSOE celebrar una reunión semanal previa al pleno para acordar la postura global ante el orden del día. El PSOE, apuntó Llamazares, debe dejar de "zigzaguear" y acabar con la estrategia de la "geometría variable", no tener socios estables y pactar con unos y otros en función de las iniciativas, porque es "una tómbola" que "no da ningún resultado".