El PNV cerró con un fracaso la ronda de conversaciones con los partidos vascos para la formación del gobierno y cedió la iniciativa al PSE, que comenzará este martes su turno de conversaciones. La reunión mantenida con el PP situó al PNV ante el difícil trance de comprobar la insuficiencia del triunfo electoral alcanzado el día 1 en las urnas para mantener a su candidato en Ajuria Enea.

La presidencia del Ejecutivo autonómico parece ya inalcanzable para Ibarretxe una vez concluidos los encuentros con las formaciones con representación parlamentaria que el PNV inició la pasada semana. El balance es que el triunfo electoral del 1-M está a punto de convertirse en una amarga victoria. El lehendakari en funciones se ha asegurado el apoyo de los 30 diputados peneuvistas, los cuatro de Aralar y el de EA, 35 en total, lejos del "paralelo 38".

El PSE, con sus 25 diputados más los trece del PP, parece imparable en su apuesta por un cambio político que haga lehendakari a un candidato no nacionalista por primera vez en democracia. El diputado de UPyD apoyará esta opción, mientras que el representante de EB-IU podría apoyar a uno u otro aspirante en función de sus respectivos proyectos.

El presidente y el secretario general del PP vasco, Antonio Basagoiti e Iñaki Oyarzabal, respectivamente, fueron los últimos en visitar la sede nacionalista en Bilbao. Los delegados del PNV, ayer Ibarretxe y Urkullu, trasladaron a sus interlocutores populares la misma oferta de gobierno de estabilidad que entregaron la semana pasada a los delegados socialistas.

Basagoiti explicó tras el encuentro que la reunión fue "normal, tranquila y sensata", en la que él dijo haber mostrado a sus interlocutores que "las cosas son como son" y reafirmó que el PP quiere construir una alternativa para un cambio político, de acuerdo con el PSE, "para que se gobierne de otra manera, se derrote al terrorismo y logremos vivir en paz y libertad para que el País Vasco prospere".

Basagoiti dejó claro que esa alianza trata de poner fin a un gobierno nacionalista que a su juicio ha actuado "como un frente contra la mitad de la población y con sectarismo, sin hacer lo necesario frente el terrorismo". "No se puede gobernar pensando en territorios, planes o referendos, hay que gobernar pensando en la gente y en el bienestar de los vascos".

Basagoiti reclamó al PNV "sentido común y prudencia" porque "no es bueno que se esté dudando de la legitimidad" que le asiste al PSE de intentar formar gobierno, y recomendó al partido mayoritario "sentido de país" por encima de sus intereses partidistas.