La caída del tejado y las paredes de un polideportivo, a causa de los fuertes vientos que azotan Cataluña, causó la muerte de cuatro niños, entre 9 y 12 años, en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). En el siniestro resultaron heridas otras 9 personas, 7 son menores, y uno de ellos sufrió lesiones que le dejaron en un estado muy grave. Los médicos temen por su vida. Los afectados fueron trasladados a los hospitales de Bellvitge, Sant Joan de Déu y Sant Boi.

Según explicó el alcalde de la población, Jaume Bosch, los niños habían acudido al campo de béisbol a entrenar como cada sábado y, debido al fuerte temporal de viento, los entrenadores determinaron que unos cuantos se ejercitaran en el pabellón cubierto dedicado a bateo, utilizado para los días de lluvia y viento, mientras los demás se fueron a practicar al gimnasio. La decisión de los monitores resultó fatal, ya que hacia las 11:00, los menores quedaron atrapados entre hierros y amasijos de hormigón, tras venirse abajo el techo metálico y las paredes.

Según contaron los bomberos de la Generalitat, el vendaval levantó el tejado de la instalación y lo encajó en la parte alta del campo de béisbol, lo que provocó la caída de varias paredes. En cualquier caso, las autoridades investigan los hechos por si pudiera haber alguna otra causa, como unas grietas en las instalaciones.

Vecinos del barrio de Camps Blancs, donde se encuentra la instalación deportiva, y algunos jubilados que jugaban a la petanca en un campo próximo, corrieron y consiguieron rescatar de entre las ruinas a seis niños.