La actividad realizada por parte del Ayuntamiento de La Laguna en las últimas fechas contra la lacra de las pintadas ha permitido localizar a varios autores de estas actuaciones que podrían estar relacionados con al menos 50 de ellas. Así lo indicó el alcalde, José Alberto Díaz, durante la rueda de prensa celebrada en la mañana de ayer acerca de los actos con motivo del aniversario de la declaración de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.

Según el político nacionalista, está actuándose judicialmente una vez que fueron localizados por la Policía Local, tras lo que el trabajo que ha venido desarrollando el grafólogo contratado por el consistorio, que analiza trazos y crea una base de datos, ha llevado a la estimación de que la mano de estos vándalos podría estar detrás de ese medio centenar de la peor versión de los grafitis.

Como se recordará, en su día detallaron desde el área de Seguridad Ciudadana que en el estudio se clasificarán todas las "pintadas vandálicas" -así las definieron- que actualmente existen en el mobiliario urbano e infraestructuras públicas, y también en fachadas particulares cuyos propietarios lo requieran. "La identificación grafológica mediante informe pericial es una prueba concluyente en juicio para la imputación de las faltas en las que se tipifican estos actos vandálicos, que son delitos cuando hablamos de monumentos o edificaciones protegidas del ámbito declarado Patrimonio de la Humanidad", dijeron al respecto.

"Para llegar a amar, qué mejor que conocer", sostuvo ayer Díaz sobre este asunto para resaltar la importancia de la formación y la concienciación en los más jóvenes. Es ese otro de los proyectos que se anunciaron tiempo atrás, una vez que se detectó una proliferación de pintadas, fundamentalmente en la especie de triángulo que forman la parte alta de La Concepción, el final de la calle Herradores y el Cristo, es decir, la zona que cuenta con mayor protección en la ciudad. De ese perímetro son pocas las calles que se salvan del problema, que llega a paredes, cajetines eléctricos, cristales y hasta a algunos elementos de cierta antigüedad. Y en casi todos los casos sin ningún tipo de criterio estético en las actuaciones que se han realizado.