La tormenta eléctrica que cayó sobre el norte de Tenerife el pasado sábado provocó que ese día a última hora de la tarde un rayo impactara sobre la cubierta de uno de los módulos del cementerio de San Luis, en Los Baldíos, un incidente que se quedó en un susto porque el recinto estaba cerrado en ese momento.

Ese día la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) contabilizó un total de 592 rayos en seis horas en Canarias, afectando la tormenta especialmente a la vertiente norte de la Isla. Uno de ellos cayó sobre uno de los módulos de nichos del camposanto sobre las 18:30 horas, dejando una importante huella en la cubierta impermeabilizada de la estructura.

El tremendo impacto provocó que varias de las cristaleras protectoras se rompieran, acabando en el suelo los cristales desperdigados. En cuanto a las posibles consecuencias de la caída del rayo, en un principio parece ser que las afecciones fueron mínimas, aunque los técnicos de la Concejalía de Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de La Laguna empezaron a hacer un informe sobre la propia estructura donde cayó para descartar cualquier incidencia.

El concejal responsable de Cementerios de la corporación, Zebenzuí González, aseguró que se trató "de un susto que no tuvo ninguna consecuencia. Menos mal que en ese momento no había nadie porque estaba cerrado el recinto".

Recordó que el cementerio de San Luis cierra los sábados a las 17:00 horas, señalando que la lluvia no hacía propicias las visitas. "Una vez que se cerró, pasó la incidencia, que terminó afectando a cinco nichos del ámbito del impacto. Ahora se encuentra la zona acotada por seguridad hasta que lo determinen los técnicos, que será cuando se quite el precinto".

Hizo hincapié en que "salvo que lo digan los técnicos que están elaborando el pertinente informe sobre la estructura, los desperfectos son mínimos, pero eso lo debe determinar Obras. ¿Reparación de daños? Pues se repararán en la medida de lo posible", apuntó.