El sector del PSOE de El Rosario que apoya al ya dimitido secretario general, el edil Iván Armas, da por inhabilitada a toda la ejecutiva local, según los estatutos en lo relativo a la renuncia de un secretario. Según señaló ayer a El Día la también concejal Sara Cabello, que respalda las tesis de Armas, esto obliga a la ejecutiva regional a pronunciarse sobre el futuro del partido, que pasa, en su opinión y en la de Armas, ineludiblemente por la constitución de una gestora.
Frente a esta visión, se sitúan el candidato y portavoz en el consistorio, José Antonio Estévez, y el secretario de organización del PSC rosariero, Álvaro Meneses, quienes confían en que la renuncia de Armas a su cargo orgánico se complemente con su marcha, también, del ayuntamiento. Según Meneses, la moción de censura que había promovido en el seno interior del PSOE se debe a la negociación a espaldas del partido del edil con el gobierno municipal (IR-Verdes y SSP) para pactar la entrada en la gestión pero con exigencias "a la baja". Según señala Caballo, todo apunta a que habrá pacto y entrada en el gobierno al menos de 3 de los 5 ediles.
Como anunció a El Día, Armas remitió ayer a los medios el texto con el que comunicó a la Regional su renuncia, entre otras cosas fundamentada en que no quería ver a la militancia posicionarse en contra o a favor de su labor por una censura que solo explica por "personalismos y salidas de tono" de los otros dos ediles citados. Además, recalca que la mejor salida es una gestora, que siempre ha seguido las líneas del PSOE y Ferraz y que solo ha querido colocar al partido en una posición de fuerza para tener opciones en 2019 de recuperar la mayoría absoluta de la que gozó durante 32 años.
Armas también explica su dimisión por las "reiteradas asambleas y convocadas por Meneses sin mi consentimiento", por las decisiones de la ejecutiva que no le notificaron, por lo decidido en esas citas "ilegítimas", las acusaciones vertidas contra él por su postura en la toma de posesión del consistorio, por no convocarse una asamblea para analizar el resultado electoral y por la "tensión creada" para que la militancia fuera en su contra.