Si se compara con otros, El Coromoto es, sin duda, uno de los barrios más beneficiados de las actuaciones que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de La Laguna en los últimos años. Y así lo reconoce el representante y portavoz de la asociación de vecinos Airam, Fran Hernández, quien asegura que esos cambios han influido en el desarrollo comercial de este poblado núcleo del municipio.

Solo en el último año, El Coromoto ha visto cumplidas varias demandas, algunas de ellas de gran calado. La más importante, sin duda, el asfaltado del Camino del Vallado, la arteria principal del barrio, una obra que se aprovechó tanto para mejorar la señalización como para habilitar zonas de carga y descarga y redistribuir las paradas de guagua.

Pero, además, destaca también el cambio experimentado en los alrededores del campo de fútbol, otro de los lugares más transitados y en el que escaseaban los aparcamientos.

La eliminación de un talud de tierra permitió ganar medio centenar de estacionamientos y, próximamente, se acometerá el vallado de la pequeña acera por la que ahora transitan los usuarios de las instalaciones.

Y a las obras citadas se suma también la mejora de las aceras, otras obras para resolver problemas con los pluviales y la reforma integral del centro ciudadano.

No obstante, los cambios efectuados, algunos de los cuales agradecen al concejal José Alberto Díaz, no tapan que quedan aún "cosas por hacer", tal y como advierte el portavoz vecinal. Aunque no sean de gran entidad, sí son de gran importancia para los vecinos.

Por ejemplo, Fran Hernández cree que el gran número de usuarios que cada día soporta el único parque infantil del barrio es razón más que suficiente para que se acometa la mejora de su pavimento e instalaciones. "No queremos un ampliación, sino que se acondicione, porque las láminas del suelo se está usando como bumerán", apunta.

El portavoz vecinal reclama también la eliminación de un cuadro de luz que existe en la confluencia de las calles Nuestra Señora de Loreto y San Bartolomé Cairasco, que impide el correcto tránsito por la acera para personas con movilidad reducida. "Hemos hecho de nuevo el requerimiento al ayuntamiento", asegura el portavoz del colectivo.

La otra demanda cambia de calle. En la avenida República de Venezuela, otra de las importantes de El Coromoto, los vecinos piden la colocación de un imbornal que evite que el charco que se forma en una parte de la vía por la pendiente de esta acabe inundando comercios como el bazar Mari.

De cualquier forma, el problema más importante al que se enfrenta ahora una parte del barrio es el embotellamiento del tráfico que se origina en horas punta en los alrededores del colegio Nuryana.

En este sentido, Fran Hernández asegura que el ayuntamiento hará "una pronta actuación" en la zona para tratar de mitigar los efectos de la gran afluencia de coches, problema que han logrado solventar en el colegio Camino La Villa con la implantación del proyecto "Acércame".

A través de esta iniciativa, que ha incluido la creación de un apeadero, varios padres voluntarios ayudan a cruzar la calle a los niños evitando que los coches de los que se bajan colapsen el tráfico.