El primer teniente de alcalde y concejal de Servicios Municipales, Javier Abreu, ha recomendado al concejal de Sí se puede “que aclare a los laguneros y laguneras su postura en todo lo relativo a las cuestiones medioambientales que atañen al municipio”, puesto que su denuncia sobre un supuesto vertedero en una finca de Los Baldíos “solo puede obedecer a dos razones: a su oportunismo o a su completa ignorancia”.
“La verdad es que no terminamos de entender qué es lo que quiere este concejal, si blanco o negro, porque en los plenos defiende lo que él mismo denuncia en los medios como una actividad nociva e ilegal, cuando lo único que se lleva a cabo en este solar municipal es lo que antes hacíamos en el terreno ubicado debajo de la Escuela Oficial de Idiomas”, ha explicado Abreu.
Concretamente, lo que se lleva a cabo en este solar es un trabajo de acumulación de material orgánico, restos de poda, procedente de los parques y jardines del municipio; restos que se pican para luego reutilizarlos en estos mismos jardines como suelo. Todo ello además en una finca de titularidad municipal y en una zona agrícola, rural y rústica.
“Es inconcebible que estemos realizando una labor completamente ecológica, que supone además un ahorro en la emisión del Co2 y del combustible que supondría su traslado en camiones hasta el vertedero del sur, y que un concejal que se dice ecologista intente manipular a los ciudadanos con informaciones totalmente falsas”, ha subrayado Javier Abreu.
Incluso, para no molestar a los vecinos con malos olores, no se lleva a cabo un proceso de compostaje, que implica la pudrición de la materia orgánica: simplemente se pica la poda para reducir su volumen y se traslada como base para el suelo de los jardines municipales. Al no haber compostaje, no hay olores.
En cuanto a las advertencias que hace el concejal de Sí se puede sobre la supuesta propagación del Picudo Rojo que ocasiona este proyecto, los técnicos municipales han certificado que hasta este solar solo se traslada materia orgánica totalmente sana. Todas aquellas plantas afectadas por insectos o cualquier tipo de enfermedad, y según lo que ordena la legislación del Gobierno de Canarias, se derivan al vertedero autorizado, que es el de Arico.
“Esta actividad ecológica es asimismo una exigencia por contrata dispuesta por el Ayuntamiento a la empresa concesionaria del servicio de mantenimiento de Parques y Jardines, asunto del que el representante de Sí se puede debería estar al tanto”, ha recordado el primer teniente de alcalde.