Como parte del Plan Global de Emergencias, Teidagua, la empresa que gestiona el abastecimiento en La Laguna, realizó ayer un simulacro de incendio en sus oficinas de la calle San Agustín. En torno a las 13:30 horas, se activó la alarma antiincendios y los trabajadores de la compañía procedieron a evacuar las instalaciones según las normas establecidas.

Miembros de Protección Civil, que acudieron al lugar al recibir la señal de la alarma, cronometraron un tiempo medio de evacuación de las dos puertas de salida de 3,50 minutos, un tiempo que entra en los parámetros adecuados de seguridad.

Este ejercicio, cuyo objetivo es mejorar el conocimiento de los empleados de las dotaciones de emergencia, formación del personal y funcionamiento y coordinación de los equipos de emergencia internos con las fuerzas de seguridad, contó con la colaboración de la Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil y el Consorcio de Bomberos de Tenerife, que concurrieron en la sede de Teidagua en menos de un minuto.

El primer teniente de alcalde y concejal de Aguas, Javier Abreu, también formó parte de este simulacro, puesto que se encontraba reunido en dichas oficinas. El informe de evaluación resultante se estudiará por representantes de todos los cuerpos implicados, el propio concejal y la dirección de Teidagua.

A este respecto, Abreu explicó que "este tipo de actuaciones simuladas deben ser comunes en edificios o inmuebles públicos en los que trabajan cierto número de personas, ya que una organizada y rápida evacuación evita muchos problemas en caso de incidente de algún tipo".

En la actualidad, las oficinas de la empresa Teidagua en San Agustín acogen a unos 50 trabajadores, a las que hay que añadir la presencia de las oficinas de atención al público. Previamente, el personal presente en el edificio ha recibido la formación precisa para actuar en situaciones de emergencia, incluyendo el uso de extintores, o la organización de equipos para la evacuación.

Este simulacro se programó por sorpresa y para desconocimiento de los trabajadores, ya que es necesario catalogar la respuesta real ante estas situaciones de emergencia por parte de los empleados. De esta forma será posible detectar las carencias en el ámbito de la formación, así como en el funcionamiento de las dotaciones, la señalización de las instalaciones y la comunicación con las fuerzas de seguridad y protección.

Durante el transcurso de este incendio que fue figurado, se registraron no solo los tiempos de ejecución del simulacro sino la capacidad de reacción de los involucrados, se evaluó la comunicación existente con los servicios de emergencia, la habilidad para socorrer en primeros auxilios y la fluidez de la comunicación externa con todas las personas y entidades que necesiten información sobre una hipotética situación de emergencia.