El Ayuntamiento de La Laguna encargó ayer a la empresa municipal de aguas Teidagua iniciar los trámites para la construcción de una planta desalinizadora en los terrenos situados junto al depósito municipal de cabecera, en la zona de Montaña del Aire.

En principio, está previsto que las obras se inicien a finales de 2013, con lo que la infraestructura podría estar en funcionamiento a mediados del año 2015. Así lo comunicó el primer teniente de alcalde, Javier Abreu, una vez ya ha finalizado el proceso en su fase administrativa y después de que el Pleno autorizara este miércoles el comienzo de la construcción de esta infraestructura hidráulica.

El presupuesto base de licitación se cifra en 15 millones de euros, si bien el propósito del Ayuntamiento se orienta a reducir sensiblemente esta cantidad con las aportaciones del Cabildo, el Gobierno de Canarias y el Gobierno del Estado. Esa implicación por parte de las administraciones públicas repercutiría en el coste final y, básicamente, en la reducción del importe del recibo para los clientes, que por este concepto podrían abonar de 1 a 2 euros bimestralmente que, en ningún caso, comenzarían a pagarse antes de recibir el suministro.

Abreu explicó que el Ayuntamiento de La Laguna "ha sido solidario y paciente" con el resto de municipios de la vertiente norte de la Isla afectados por la mala calidad del agua, pero una vez se abortó la implantación de la estación prevista en Las Llanadas (Los Realejos) la Corporación decidió "asumir en solitario" la construcción de esta infraestructura, un servicio que, llegado el caso, se plantea prestar a otros ayuntamientos.

Y es que a juicio del edil lagunero "el agua" es un asunto de tal calado para la Isla que "se convertirá en el gran tema de debate de los próximos años".

La estación desalinizadora dispondrá de una capacidad de 9.500 metros cúbicos diarios de agua tratada y 3.200 más solo filtrada, libres de los problemas actuales de alta mineralización.

La tecnología elegida para reducir la salobridad es la de electrodiálisis reversible, por su menor consumo energético, así como por su capacidad para adaptarse a niveles de saturación.