En el orden del día del pleno que mañana se celebrará en el Ayuntamiento de La Laguna se llevará a debate la Auditoría de Gestión del consistorio en el ejercicio económico de 2010 realizada por el Gobierno de Canarias como paso previo al reparto del Fondo Canario de Financiación Municipal. Ante su previsible aprobación por parte del equipo de gobierno (CC-PSC), el portavoz municipal de Por Tenerife, Santiago Pérez, dio a conocer ayer algunos datos que se ponen de manifiesto en dicho documento "que requerirán una explicación".

Entre ellos destacó que la presión fiscal que soportan los contribuyentes de La Laguna es del 119,8%, frente al 89,65% de media de los municipios de Canarias, un esfuerzo fiscal en el pago de tributos y tasas municipales que es un 30% superior con respecto a la media del Archipiélago. De esta forma, los ciudadanos de La Laguna realizan un esfuerzo fiscal muy superior que no se ve reflejado en un mayor gasto por habitante (787 euros en La Laguna frente a los 755 euros de media de los municipios canarios de similares características).

En el marco de ese esfuerzo extra, Pérez hizo hincapié en que el consistorio incrementó en 2010 con respecto a 2009 la recaudación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en 6,7 millones de euros, ya que pese a no haber subido los tipos impositivos desde 2007 sí que los contribuyentes pagaban cada año cerca de un 10% más debido a la revisión de los valores inmobiliarios realizado en 2003. Cabe especificar que, además, el equipo de gobierno aprobó la subida de impuestos (IBI, basura y rodaje) a partir de 2012.

Por otro lado, la citada Auditoría de Gestión explicita que en 2010 el presupuesto destinado al Capítulo VI de inversiones reales (que ascendió a 4.110.986,42 euros) presentó "un nivel bajo de ejecución", situándose solo en el 59,4% de las previsiones presupuestarias, es decir, no se gastaron cuatro de cada diez euros destinados a inversión.

Asimismo, el documento alerta sobre la continua generación, por parte del consistorio, de deuda extrapresupuestaria (aquella relativa a compromisos de gasto que no están consignados en el presupuesto) y que en 2010 ascendió a 7,1 millones de euros, una cantidad "que al carecer de cobertura presupuestaria desequilibra de forma importante la economía municipal, desvirtuando, además, los indicadores de saneamiento financiero", según expone el citado documento. Pérez censuró que el mayor esfuerzo fiscal que el Ayuntamiento de La Laguna exige a sus contribuyentes se dedique a pagar esta deuda presupuestaria.

En este sentido, también cabe citar que la dependencia del presupuesto del consistorio de transferencias de otras administraciones públicas (Estado y Gobierno de Canarias) está diez puntos por debajo de la media del resto de municipios de Canarias. Así, los contribuyentes laguneros tienen que hacer un mayor esfuerzo fiscal para dotar de los ingresos que el ayuntamiento deja de obtener de otras administraciones. Por último, Pérez criticó que la Comisión de Hacienda del pasado lunes no debatiera este asunto