Desde principios del presente mes, una empresa especializada en trabajos de reparación en altura se encarga de la complicada tarea de reparar, lijar y pintar, e incluso soldar, con especialistas colgados a más de 40 metros de altura sobre el abismo del barranco de La Carnicería, un puente que conecta la Cruz de Marca, en La Verdellada, con el barrio de Gracia.

Se trata un estrecho lugar de tránsito muy conocido que, por el material con el que fue construido los vecinos lo llaman el "puente de hierro". Los habitantes de la zona lo conocen muy bien e informan de que fue construido en la década de los setenta sobre el barranco, concretamente entre el Drago y la Cruz de Marca, para funcionar como colector principal de las aguas residuales de La Laguna en su camino hacia la antigua estación depuradora del Valle Colino, que actualmente funciona como estación de registro.

El puente, hasta hace una década, se hallaba en uso también como paso peatonal, pero fue cerrado debido a la peligrosidad que presentaba.

El paso del tiempo, las condiciones ambientales y la falta de tramos de pavimento contribuyeron a que el puente se encontrara en un estado de conservación penoso. Aunque técnicamente no corría peligro de desplome, los profesionales de la seguridad ciudadana consideraron que era necesaria una profunda labor de mantenimiento para parar la corrosión de su estructura.

Precisamente por este motivo, el Ayuntamiento de La Laguna, a través de la empresa Teidagua como titular de esta instalación, encargó a la empresa Traverte, especializada en reparaciones en altura, los trabajos para rehabilitar toda la estructura del viejo puente de hierro.

La ejecución de estas labores durante estos días ha sido un espectáculo, al ver a los operarios literalmente colgados a más de 40 metros de altura con sus arneses, pintando el viejo puente de hierro sobre el barranco, en su zona más profunda y espectacular, justo sobre el Charco Hondo y Los Lavaderos.

El concejal de la zona, Jonathan Domínguez, indicó "que los trabajos dejarán el puente como nuevo, para que siga haciendo su importante función de colector de agua residuales", aunque anunció que por el momento no está previsto que se vuelva abrir al paso a los peatones por razones de seguridad.

La asociación de vecinos Los Verdeños había solicitado en varias ocasiones la reparación de este puente de hierro, aunque nunca obtuvo la respuesta esperada, por lo que ahora ha sido tomada por los vecinos con gran satisfacción, ya que, en palabras de uno de dichos vecinos, no solo el barrio "ha recuperado el puente y se garantiza la seguridad si a alguna persona se le ocurre atravesarlo, sino que atrás quedará el pensamiento de que el día menos pensado el puente podía acabar cayéndose al cauce del barranco, con el peligro que ello representa si en ese momento se encontrara algún vecino caminando por debajo o hubiera niños jugando en la zona".

El estado de deterioro que presenta el viejo puente va más allá de la corrosión de la estructura y los elementos de sujeción, ya que la baranda se encuentra muy estropeda y al prestar atención a su pavimento se ve perfectamente que faltan muchas planchas de hierro, lo que impide el paso por el mismo.

Al final, el puente de hierro, al menos, será de utilidad para que vuelva a servir como colector de las aguas residuales.