Aunque ahora parezca casi increíble, hasta el 4 de mayo de 1981 no había mujeres policías en La Laguna ni casi en ningún municipio español. De hecho, ninguna localidad canaria había roto este tabú casposo y machista sino sólo dos años antes, en los primeros pasos de la democracia y con la primera promoción en el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana. Aguere lo rompió; dos años más tarde, le siguió Santa Cruz, y ya en 1987 el cambio llegó a Las Palmas, si se atiende a las grandes ciudades del Archipiélago.

Casi 30 años después, el Pleno lagunero, por unanimidad de CC, PSC y PP, aprobó el pasado jueves una moción por la que se felicita a las siete primeras agentes locales, al tiempo que se reconoce su labor y su condición de pioneras en un ámbito laboral reservado hasta entonces a los hombres.

En la actualidad, quedan cinco agentes en ejercicio de las siete, que entraron junto a otros 13 compañeros al cuerpo municipal. Se trata de Pilar Pérez Morales, María Cleofé López Aguiar, Alicia Hernández Delgado, Isidra Gil González, María Remedios Febles, Rosa Delia Santana y Nieves León Brito. Estas dos últimas son las que ya se han retirado.

Entre los datos más curiosos de su entrada, destaca el hecho de que Remedios Febles y Cleofé López quedaron primeras de la promoción (con una nota de 7,6), aunque empatadas con otros dos compañeros, mientras que Alicia Hernández fue quinta (con un 7) y Nieves de León, sexta (con un 6,8), lo que demuestra su alto nivel inicial.

Según se destacó en la moción leída por el alcalde, accedieron a su puesto "contando ya con plena igualdad jurídica frente a sus compañeros, aunque en la práctica no era aún plena, pues la cultura y costumbres dominantes habían asignado a la mujer un rol eminentemente doméstico del que les era difícil sustraerse". De hecho, el Reglamento de Funcionarios de Administración Local databa de 1952 "y su uniforme reglamentario consistía en falda pantalón, bombín, bolso, medias y zapatos. Además de provocar la mirada curiosa de los ciudadanos, (este uniforme) no era operativo para las funciones que tenían encomendadas en la vía ni para hacer frente a las inclemencias del tiempo".

La moción también subraya que su integración en el Cuerpo "suscitó recelos sobre su capacidad para hacer frente a los servicios, lo que propició tanto un excesivo proteccionismo por parte de mandos y compañeros como una desconfianza hacia su labor. Estas reticencias fueron contrarrestadas por ellas con mucha constancia, tesón y profesionalidad, además de una sensibilidad especial o distinta en el abordaje de los problemas y en el trato a los ciudadanos".

Entre las dificultades, sobresalieron los primeros embarazos, que "supusieron toda una carga cuando, en buena lógica, debería de haber sido al contrario". De hecho, no fue hasta noviembre de 2009 cuando se logró disponer de uniformes adaptados a ese estado.

Los precedentes en España datan de 1970 y 1971, cuando Córdoba y Madrid rompieron los tabúes, aunque con restricciones jurídicas, como la exigencia de estar solteras para poder presentarse a las pruebas o, incluso, permanecer en este estado civil so pena de ser expulsadas si se casaban.