Hasta hace pocos días, las vallas preelectorales de gran tamaño presentes en La Laguna eran del PSC, que lleva tiempo promocionando a su candidato a la Alcaldía, Gustavo Matos; del de Agrupación x La Laguna, Domingo Medina, el primero en calentar motores, y, desde hace poco, de CC, que se muestra segura de reeditar éxitos con el alcalde, Fernando Clavijo, como cabeza de lista. Pese a la supuesta ola nacional -que algunos conciben ya como un maremoto imparable-, o precisamente por ella, del PP no se había visto nada hasta que se vislumbraron hace días algunos espacios en azul esbozando que falta cada menos para ese presunto tsunami arrasador en las urnas de los conservadores. "La nueva mayoría", afirman.

Sin embargo, hay miembros del PP lagunero que no están muy de acuerdo con cómo se están haciendo las cosas con vistas a la cita electoral de mayo. De hecho, estas diferencias afloraron en una reciente reunión entre el candidato, Pedro Suárez, el responsable de la campaña, Agustín Guerra, y una quincena de coordinadores.

Algunos de estos últimos hicieron diversas preguntas a Suárez sobre la plancha electoral, los actos, la presencia en los barrios y otras cuestiones. Sus respuestas o, según diversas fuentes, sus silencios o remisión a otros miembros del partido, lejos de tranquilizar, alarmaron aún más a algunos de estos afiliados, que temen que la presunta ola nacional se convierta en un mar en calma y en plena "bajamar" en Aguere. De hecho, no descartan mantener o hasta perder algunos de los tres ediles actuales.

Suárez, por el contrario, se sitúa muy lejos de este pesimismo y, aparte de reiterar que pueden aspirar a seis o siete concejales, minimiza la citada preocupación y nerviosismo en algunos miembros del partido. Eso sí, admite que existe un lógico interés e incertidumbre en ciertas personas por dónde van a ir colocados en la lista o cuáles serán sus funciones finales, pero subraya que lo mismo ocurre en el resto de municipios y de cara a otras administraciones.

Sobre la plancha, asegura que baraja muchos nombres pero que, hasta dentro de unas dos semanas, no la propondrá oficialmente a los órganos internos del partido. Es consciente de que su confección, aquí o en cualquier otro sitio, no es precisamente fácil, pero resalta que cuenta sólo con miembros del partido. De todos modos, y preguntado por una de las grandes incógnitas, señala que aún no sabe qué pasará con el actual portavoz municipal, Rafael Becerra.

La sombra de Alarcó

Esta situación resulta hasta coherente con la trayectoria de los últimos años del PP lagunero, con gestora incluida y diversas polémicas, sobre todo durante la confección de la última plancha municipal. No obstante, algunos miembros del partido se muestran más preocupados que nunca por el hecho de que, según su versión, en esta ocasión sea el candidato al Cabildo de los populares, Antonio Alarcó, el que está marcando la pauta en el municipio, cuestión que el actual vicepresidente insular niega. Frente a esto, las citadas fuentes sostienen que, en la última reunión, Suárez se remitió al consejero ante diversas preguntas de los coordinadores.

El candidato local también niega, en declaraciones a EL DÍA, que haya puesto como condición para encabezar la lista ir en un buen puesto al Cabildo tinerfeño. Lo que sí reconoce es que le gustaría ir a la Administración insular o al Parlamento autonómico, aunque subraya que le da igual el puesto.

En este sentido, Alarcó niega también cualquier presión o petición, que en ningún caso dice que aceptaría, recalca que en La Laguna todo va bien y que su plancha, que aún está estudiando, tendrá una representación territorial "exquisita".

Frente a Suárez, otras fuentes del partido aseguran que sí ha pedido ir entre los primeros puestos al Cabildo para que, en caso de no alcanzar el poder local, seguir como consejero (ahora se ocupa de Aguas) y tener remuneración fija. El candidato, por el contrario, cree desmontar esta tesis reiterando que no habrá mayoría absoluta en La Laguna y que el PP formará parte del pacto de gobierno subsiguiente, sin obviar que cuenta con trabajo alternativo.

Tanto Alarcó como Suárez coinciden en la necesidad de desarrollar una campaña electoral modesta y creen que otros están despilfarrando en plena crisis. Además, dudan de la efectividad de tanta valla, subrayan la presencia en los barrios, lo que dudan otros afiliados, y recalcan que lo más importante ahora es hablar de empleo.

Aunque los temerosos comparten en buena parte esa conclusión final, consideran que el PP en La Laguna no lo está haciendo bien, no se está visualizando en precampaña y casi parece que no está ni se le espera, por lo que no les sorprendería que la ola nacional se olvide de la costa lagunera y del resto del municipio.