Las alternativas de la extensión de la plataforma del tranvía hasta el aeropuerto de Los Rodeos han despertado un debate importante entre el pequeño y mediano comercio y los vecinos por las afecciones del proyecto, un diálogo que se puede complicar a medida que pase el tiempo y se ponga sobre la mesa el proyecto definitivo, que bien pudiera iniciarse a lo largo del año 2011. A dos años vista, el problema no se centra, ni mucho menos, en la importancia del sistema ferroviario por el casco de la ciudad de Aguere, sino más bien en los lugares por donde debe pasar.

El "todos lo quieren, pero nadie por su calle" define a la perfección el sentir generalizado de los comerciantes y ciudadanos que conviven en el ámbito de las calles El Juego, 6 de Diciembre y Juana La Blanca y los habitantes y transeúntes de la avenida Pablo Iglesias, ambos viarios paralelos y separados por escasos 150 metros en algunos tramos.

Entre ocho entrevistas realizadas en cada una de las dos afecciones del centro para valorar las alternativas, la de José Luis, un vecino de la avenida Pablo Iglesias, resume el sentir de la mayoría de los entrevistados en este ámbito. En su opinión, que se puede trasladar al resto en términos generales, "el tranvía es el futuro, pero creo que debería tener otras alternativas a las que se han presentado en la prensa (edición de EL DÍA del domingo pasado). Aparte de eso, La Laguna no se puede permitir el lujo de estar siempre en obras y tragando polvo. En todo caso, si hay que elegir, prefiero que pase por la calle El Juego, ya que está más cerca del casco histórico y estaría a mitad de todos".

Otro de los testimonios que resumen la opinión de algunos entrevistados, pero en esta ocasión del ámbito de las calles Juana La Blanca, 6 Diciembre y El Juego, es el de Carlos, residente en Juana La Blanca desde hace cinco años y que asegura que "la mejor opción es que el tranvía no pase por estas calles, ya que son muy estrechas y, además, se van a encontrar con el barranco de Cha Marta. Uffff... Dos años más de obras no creo que lo podamos soportar, ni nosotros ni los comerciantes".

Precisamente, el pequeño y mediano comercio de estas zonas se considera el verdaderamente perjudicado por las alternativas que se barajan para llevar la plataforma hacia Los Rodeos. En este sentido, al igual que los vecinos, los comerciantes sí están a favor de su implantación, pero no por las calles en donde tienen sus locales abiertos de cara al público.

Públicamente son pocos los empresarios que dieron su opinión a EL DÍA, aunque en el ámbito privado todos critican que la plataforma ferroviaria pueda pasar por las calles en las que ellos tienen el negocio montado. Da igual si se trata de bares, zapaterías, fruterías o peluquerías, lo cierto es que los comercios de las dos calles no quieren ni oír hablar de nuevas obras que supondrían que sus calles, en el entorno de 6 de Diciembre o de la avenida Pablo Iglesias, se cortaran el público.