La relativa tranquilidad parece que ha desplazado al pánico que se había apoderado de la Vía de Ronda, ya que EL DÍA ha podido saber que, desde que fueron colocados los carteles que indicaban que la zona iba a estar controlada por dicho aparatos, el número de accidentes descendió un 90%, aun sin estar colocados los aparatos que detectan y fotografían a todos aquellos vehículos que sobrepasen la velocidad establecida.

Después de varios meses bastantes polémicos, que incluso motivó una manifestación, los vecinos de La Verdellada están satisfechos porque la estadística de accidentes ha bajado de forma considerable.

El concejal de Tráfico del Ayuntamiento de La Laguna, Antonio Pérez Godiño, y la consejera del área de Carreteras del Cabildo Insular de Tenerife, Vicenta Díaz, tuvieron una reunión en febrero para analizar la situación, determinándose la mejora del firme y priorizar las medidas de velocidad que, según la Delegación del Gobierno, era la principal causa de los accidentes.

El Cabildo colocó en diferentes puntos de la Vía de Ronda una serie de contadores de vehículos para hacer una simulación del tráfico rodado que pasa por la vía, antes de eliminar o no un carril para poder construir la mediana sin necesidad de quitar las aceras.

Lo importante fue que esta simulación del tráfico derivó en que, con la eliminación de un carril, se podría provocar un caos del tráfico. La asociación de vecinos se posicionó en contra de la eliminación de un carril por los problemas que derivaría en el tráfico esta medida, la cual podría provocar más accidentes.

La eliminación de aceras

Por su parte, la eliminación de las aceras no es tan fácil como se creía, porque por ellas pasa la línea de alta tensión que suministra electricidad al casco de La Laguna, y su traslado supondría la redacción de un proyecto específico que se podría ejecutar de manera urgente.

En una simulación hecha anteriormente, existía ya un registro de vehículos que usan la Vía de Ronda, que apuntaba a que era usada por una media de 1.600 vehículos cada 60 minutos, y que las horas de mayor uso no son tan marcadas, ya que desde las 7 de la mañana, hasta las 22:00 horas, el tránsito de vehículos es bastante constante. Con estos datos, la eliminación de un carril sería considerada un disparate.

El hecho que se ha producido en La Verdellada ha venido a demostrar que los automovilistas circulan sin responsabilidad alguna, y que basta que se le pongan un control como el radar con sanciones elevadas si provoca una infracción para que conduzcan de una forma más prudente.

Dado que los automovilistas no se conciencian de lo que supone llevar un volante en las manos, por ahora parece que los radares son la forma más eficaz de control.