Dos arquitectos que supuestamente han realizado planos y otros trabajos para la promotora de viviendas Bravo de Laguna se han puesto en contacto con las familias presuntamente estafadas por esta compañía por la venta de viviendas que ni siquiera han comenzado a construirse para participar en la reunión convocada para este sábado, en la que se buscarán acciones colectivas para intentar recuperar el dinero perdido. Según señala a EL DÍA uno de los afectados que promueven desde hace semanas la reunión, estos arquitectos se han dirigido a su persona, le han explicado, al parecer, no han cobrado nada de lo que hicieron a la empresa y quieren movilizarse también para denunciar los hechos e intentar recuperar lo que consideran suyo.

Estos arquitectos se unen también a un empresario de cartelería y paneles informativos que, en uno de los foros de internet creados a raíz de la supuesta estafa, sostiene que tampoco le han pagado por los paneles que ha elaborado para la promotora y que se sitúan en diversos terrenos donde supuestamente se iban a levantar viviendas, pisos y adosados.

Además, se suman a las 25 familias afectadas que también se han puesto en contacto de diversa forma con la persona que promueve las acciones conjuntas, sobre todo tras la denuncia pública realizada a través de este periódico por la joven Yaiza Pérez, que abonó 12.000 euros por un adosado del que, de momento, no se ha colocado ni un bloque.

Pérez anunció ayer que ya ha presentado la denuncia anunciada contra la empresa y se muestra sorprendida por el número de personas que, tras su aparición en el periódico, han ido desvelando sus casos, todos muy parecidos al suyo. A su juicio, la última explicación dada por la empresa a un medio televisivo, consistente en que las casas no se han hecho porque los bancos no otorgan hipotecas a los compradores, es sólo una "excusa, una mala y nada convincente salida, ya que, por lo menos en mi caso, mi banco sí me daría la hipoteca, aunque está claro que, para eso, ha de existir la vivienda y las escrituras". Una reacción similar es la da otro de los afectados, que tiene cada vez más claro que, "desde el principio, el promotor sabía lo que hacía, que no era más que una estafa".

EL DÍA se puso en contacto ayer con la empresa, uno de cuyos trabajadores remitió, de nuevo, al promotor José Luis Bravo de Laguna y dio su móvil. Pese a las llamadas y al mensaje dejado, esta redacción no recibió ninguna respuesta o nueva versión de la compañía, que hasta ahora ha dicho que su situación se debe en buena parte a que casi una veintena de los compradores dejaron de aportar dinero.

En sentido contrario, un miembro de una comunidad de vecinos denuncia que esta empresa recibiera de esta entidad unos 18.000 euros hace años para impermeabilizar la azotea del edificio, sin que se realizaran nunca los trabajos previstos ni se devolviera el dinero aportado.