El pasado fin de semana, Matías Díaz Padrón, profesor y conservador del Museo del Prado, con su equipo, estudió la talla del Cristo de La Laguna, por encargo de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud que custodia la imagen y desea su conservación.

El primer día, a las pocas horas de ver al Crucificado moreno, en una primera aproximación, Matías Díaz adelantó a este periódico que aparentemente le parecía que estaba bien.

Al final, y después del examen correspondiente y estando pendiente de un informe final, el profesor desveló ayer "que el Cristo está en buenas condiciones, considerando el paso del tiempo. He visto imágenes de la misma época del Crucificado de La Laguna más deterioradas y, además, repintadas". Sobre los desperfectos detectados en un informe de hace 10 años que apuntaba que la imagen corría peligro, Matías Díaz ha puesto tranquilidad sobre el Cristo lagunero de cara al futuro.

Respecto a dicha situación, dijo lo siguiente: "Hay pequeñas partes de la pátina que se han levantado, pero es lógico por el paso del tiempo y de fácil arreglo. Igual pasa con las grietas, aunque debemos ver qué dicen los estudios; si algún día se interviene en la imagen, será muy poco".

Una de las cosas que más le llamó la atención a Matías Díaz es que el Cristo conserve bastante bien su policromía original, precisando con ello que la capa de color que tiene ahora no es nueva.

Calificó de asombroso el hecho de que, después de recorrer la ciudad en procesiones bajo los efectos del calor o el frío, "la conservación del Cristo sea tan admirable y que la madera de la que fue hecho en su día se encuentre sólida, perfecta y no atacada por ningún tipo de insecto".

Matías Díaz explicó que la excelente conservación de la imagen se debe gracias a la perfecta técnica con la que fue hecha. "La estructura de la obra presenta una gran consolidación, solidez y perfección", insistió.

Sangre original

Un hecho muy relevante dado a conocer por el conservador del Museo del Prado es el relativo a que, según precisó, "las manchas de sangre que salen de las heridas del Cristo están igual que como las hizo el autor de la imagen, y la policromía no ha sido alterada con capas de pintura superpuestas".

Al preguntarle su opinión sobre la noticia que, en base a un informe, decía que el Cristo corría peligro, el profesor Díaz Padrón señaló: "Ojalá muchas imágenes con los mismos años que la que nos ocupa estuvieran como el Cristo de La Laguna. Repito que los desperfectos que presenta no tienen ninguna importancia".

Valoró de forma muy positiva el que "los laguneros hayan cuidado mucho a su Cristo durante siglos, por lo cual en la actualidad está en tal perfecto estado de conservación".

Matías Díaz concluyó su análisis diciendo a este periódico y para tranquilidad de la población que "el Cristo de La Laguna sólo tiene desperfectos menores. Es una obra bellísima y la madera con la que lo hicieron es fabulosa".

Por todo ello, concluyó con una gran esperanza de futuro para la imagen al afirmar que "la esencia de la salud del Cristo de La Laguna es perfecta", y agradeció las excelentes atenciones de las que tanto él como su equipo fueron objeto durante su estancia en La Laguna por parte de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo.

Díaz Padrón tiene un extenso currículum del que destaca su condición de doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, en la que obtuvo calificación cum laude y Premio Extraordinario. Fue ex conservador jefe de Pintura Flamenca y Holandesa del Museo del Prado, miembro investigador del CSIC del Instituto Diego Velázquez, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, académico de l'' Académie Royale d''Archéologie et d''Histoire de l''Art de Belgique, y Comendador de la Orden de Leopoldo II de Bélgica y de la Real Academia de San Miguel Arcángel de Santa Cruz de Tenerife.

Ha sido condecorado con la Orden de Andrés Bello del Gobierno de Venezuela, y es miembro de la Junta de Calificación y Exportación de Obras de Arte del Ministerio de Educación y Cultura. En el año 2007 se le otorgó el Premio Internacional Fundación Cristóbal Gabarron: Restauración y Conservación 2007 y, recientemente, se le ha concedido el Premio Canarias 2008 de Bellas Artes, Patrimonio e Investigación.

El prestigio de este herreño está justificado en más de 300 descubrimientos y se le puede considerar entre los especialistas del arte del siglo XVII más importantes del mundo, aunque sus hallazgos también comprenden las pinturas murales del siglo XIII encontradas en el monasterio de Valbuena.