LOS HERMANOS de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios presentan cada año su calendario, y en cada mes nos dejan un precioso mensaje en el que podemos meditar sobre su contenido. El padre Fernando -generoso como siempre- nos ha enviado un abultado hatillo de estos almanaques o calendarios, donde podemos leer antes de abrirlo: "Tienes en tus manos doce meses por delante para hacer el bien". "De tu actuación depende que el mundo sea un poco mejor". Al dar vuelta a la hoja, encontramos: "El progreso ha puesto en nuestras manos muchos recursos, pero corremos el peligro de no saber usarlos y lo que debía de estar al servicio de la humanidad puede que se le ponga en contra y la destruya."

El mes de enero comienza haciéndonos pensar sobre las drogas aceptadas -el tabaco y el alcohol-, pero que no por estar aprobadas socialmente dejan de ser dos peligrosas drogas. En una de sus frases nos dice: "¿Drogas? No son la solución a tus problemas". Pensamos que son frases acertadísimas, porque jamás las drogas nos solucionarán nada en nuestra vida, todo lo contrario, añadimos o sobrecargamos la cruz que ya teníamos, con el mayor de los problemas. Te harán olvidar por un momento, pero luego ese problema se agranda, se multiplica con la suma de una adicción que en algunos casos, como todos sabemos, nos puede llevar a la muerte.

Febrero nos aconseja que no nos apartemos de la meta que tenemos trazada y que por muy brillantes y tentadoras que nos parezcan las maravillas y las ofertas que encontremos en el camino, no nos dejemos llevar por sus colores ni por su brillo y sigamos adelante porque, "cuánto más bello es el camino, más fuerte es la tentación de sentarnos para gozar del paisaje, olvidando el fin del viaje". Ser perseverantes en los proyectos que comenzamos; que nada nos impida dar pasos fuera del sendero que nos marcamos. Las cosas que encontramos fuera de él suelen ser engañosas y estamos expuestos a que nos atrapen como la telaraña a una mariposa. Marzo nos recuerda que el 8 es el día que celebramos el aniversario del santo fundador de la Orden Hospitalaria, San Juan de Dios.

Abril llega para hablarnos del consumismo exagerado: "La humanidad consume cada año más de lo que el planeta genera". "Hemos caído en la paradoja de que la marca es lo importante, el contenido es secundario". Al final reflexionamos en otra frase que dice: "Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres".

Mayo nos regala el mes de María, Ella es para nosotros "modelo de oración confiada". Junio nos trae el respeto a los mayores, por eso hay frases dedicadas a ellos, donde dice: "Una sociedad que no respeta a los ancianos está destinada al fracaso", "Los ancianos son viajeros que se van. Hay que despedirles con toda la ternura posible."

Hay unas bellísimas palabras de S. Juan de la Cruz donde se nos recuerda que "al final de la vida nos examinarán del amor."

Julio está dedicado a la amistad: "Amigo mío es aquel que me socorre, no el que me compadece". "Un amigo ha de ser como la sangre que acude a la herida sin tener que llamarla".

Y llega agosto, dedicado en toda su integridad al medio ambiente: Así leemos: "Un paisaje se conquista con la suela del zapato, no con las ruedas de un automóvil". "La necesidad de cuidar el medio ambiente surge ante la evidencia de que ya destruimos la mitad". Septiembre alza la voz ante el hambre y la sed; octubre da una llamada a los jóvenes: "Hacen falta jóvenes que sepan cantarle a la vida con gratitud". "Hacen falta jóvenes que sean libres de verdad". Noviembre nos hace pensar sobre la solidaridad: "¿Puede acaso decir la rosa: voy a ofrecer mi fragancia a las buenas personas y negársela a las malas?". Diciembre vuelve a recordarnos el cuidado de nuestro planeta: "La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos". "La tierra no pertenece al hombre, sino el hombre a la tierra". Vale la pena meditar sobre toda la cantidad de frases que nos trae el calendario de los Hermanos de San Juan de Dios, si alguno de ustedes quisiera tenerlo en casa, aún está a tiempo. ¡Vaya si vale la pena!