Seguramente muchos aficionados se marcharon ayer del Heliodoro preguntándose por qué el Tenerife no jugó en el primera mitad como en la segunda, teniendo más tiempo el balón, llevando la iniciativa, encerrando al adversario en su área y con un volante creativo (Yeray) por delante del defensivo (Ros) en lugar del doble pivote formado por Ros y Medina. Tras el encuentro, Álvaro Cervera avanzó que algún día se atreverá a apostar de entrada por la versión que más gustó al público -y a él mismo-, y también aclaró que hasta la fecha ha preferido optar por la otra cara del equipo para evitar que los partidos sean "de ida y vuelta".

El entrenador explicó que en los inicios de los encuentros, cuando "las fuerzas de los equipos están más igualadas", procura tomar "más precauciones" con el fin de impedir que los adversarios "creen problemas con contragolpes y demás". Tal es el convencimiento de Cervera que incluso está dispuesto a sacrificar determinadas fases con tal de no perder el control del juego. "Lo que no quiero es tener partidos de ida y vuelta en casa y sí solo de ida, que es algo que ya hemos conseguido. Si para eso necesito perder medio tiempo, no me importa. Pero no me gusta que los 90 minutos sean de ida y vuelta, porque estamos viendo que con pocas ocasiones nos marcan y que nosotros necesitamos muchas para anotar; y no es porque seamos malos sino porque tenemos mala suerte, llegamos un segundo tarde... Por eso prefiero amarrar los partidos y que luego el tiempo venga a nuestro favor".

Al respecto, dijo que empezar con más jugadores de vocación ofensiva tampoco garantiza que la imagen del equipo sea como la de la segunda mitad de ayer, "porque los primeros tiempos siempre son más igualados", de manera que "hay futbolistas a los que es mejor poner más tarde".

Dicho esto, aprovechó la ocasión para destacar el trabajo de su equipo tras el descanso. "Digan lo que digan, lo de la segunda parte es lo mejor con diferencia del año. Sé que hay gente que pensará lo contrario, pero en Segunda B es difícil ver algo así, tener tantas ocasiones, llegar tanto a la línea de fondo, que el contrario ni aparezca y que ellos marquen en su único tiro a puerta, con un balón que se quita de en medio el extremo izquierdo con un bombazo y que le llega a compañero que mide 1,60".

El técnico apuntó que una de las claves de la mejoría del equipo estuvo en las sustituciones y movimientos que realizó. "Hicimos un cambio de centrales (salió Amado) y jugó uno que a lo mejor no es tan específico (Medina), pero que cuando tiene la pelota y está solo, quizás tiene más calidad. Después está la frescura de Yeray, que nos da mejor salida del balón. Y en cuanto Chechu, Suso, Luismi y Cristo tienen la pelota con un mínimo de ventaja so-bre los demás, somos mucho mejores que cualquiera", manifestó.