"Hay que valorar la dificultad que nos ha puesto el contrario. No es una cuestión de ponerse nerviosos, sino de tener paciencia, de abrir el juego", señaló el técnico español al referirse al cerrojo defensivo planteado ayer por Georgia. Se mostró contrario a introducir cambios en el esquema de juego sobre la marcha. "Lo peor que podíamos hacer nosotros era descomponer el equipo en el afán de ganarlo (el partido)... Lo que queríamos era ganar de la forma más ortodoxa posible", subrayó.

El seleccionador se mostró orgulloso del carácter exhibido por sus jugadores en el estadio Boris Paichadze, que animó ruidosamente a su equipo. "Hemos tenido rebeldía ante el resultado, nos hemos rebelado ante un resultado que a nosotros no nos favorecía", dijo, y añadió: "prácticamente ellos se han dedicado a defender, y de una forma, tengo que decirlo, con mucho esfuerzo, bien organizados". Del Bosque recordó que no era una cortesía hablar bien del equipo rival y que iba a costar mucho ganar. "Así ha sucedido. La diferencias en el fútbol son cada día menores como se ha podido demostrar. También destacó que la victoria supone "tres puntos "valiosísimos en el arranque de esta fase de clasificación".