Los clubes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), enfrentados por el reparto de los ingresos de los derechos televisivos, firmaron ayer una "tregua" a la espera de que las negociaciones entre los dos operadores que retransmiten los encuentros, Mediapro y Canal Plus, se traduzcan en un acuerdo.

"Va a haber partidos este fin de semana, que se celebrarán en el horario previsto", dijo el presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, en una señal de la calma que surgió de la reunión de ayer en la sede de esta organización.

El escenario elegido para la firma del alto el fuego en lo que el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, no dudó en llamar "guerra del fútbol", fue la asamblea general extraordinaria convocada por la LFP, en la que por primera vez desde hace tiempo representantes de los bandos enfrentados en el conflicto se han sentado en una misma mesa.

La presencia de Cardenal, que mantiene buenas relaciones con todas las partes, fue la que animó a los clubes "rebeldes" -Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Betis, Celta, Espanyol, Getafe, Granada, Mallorca, Osasuna, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Sevilla y Zaragoza- a acudir finalmente a la LFP.

Así, se pudo ver a un representante del Sevilla, pese a que ayer su presidente, José María del Nido, aseguró que no viajaría a Madrid tras calificar de "falta de respeto" la decisión de la LFP de convocar una asamblea general, en la que participan los clubes de Segunda, en lugar de la junta de Primera División en la que los "rebeldes" habrían tenido la mayoría.

También estaban el presidente y el consejero delegado del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín, respectivamente; el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa; o el gerente del Getafe, Fernando Santos de la Parra.

Después de cerca de tres horas de reunión, la única conclusión que se hizo pública es que la Liga comenzará, tal y como estaba previsto, el próximo fin de semana, según comunicó la propia LFP en una escueta nota en su página web en la que señala que la asamblea "ha sido un foro de debate en el que se han tratado distintas cuestiones de la actualidad del fútbol profesional".

La presencia de los "rebeldes" y la confirmación de la fecha de inicio de la competición en los horarios que habían sido establecidos previamente son señales de que la reunión sirvió para apaciguar los ánimos, ya que los trece clubes habían llegado a amenazar con retrasar el comienzo del campeonato si no se atendían sus demandas.

Las declaraciones de algunos de sus representantes a la salida de la LFP revelan, sin embargo, que han decidido aparcar sus reivindicaciones a la espera de que Mediapro y Canal Plus, alcancen un acuerdo lo antes posible.