Usain Bolt convirtió en trámite la reválida del triplete de Pekín y, como hace cuatro años, acaparó los focos en los Juegos de Londres, pero la marca más impresionante, uno de los cuatro récords mundiales que se batieron, la puso David Rudisha en 800 (1:40.91).

Todo sucedió el mismo día, el último jueves. Rudisha, keniano de 23 años, se atrevió a disputar la atención del público al mismísimo Bolt el día en que el jamaicano se convirtió en leyenda.

La majestuosa cabalgada de Rudisha, en un país que ama los 800 metros, se incorpora a los anales del atletismo olímpico junto al triplete de Bolt, que devolvió a su compañero Blake, golpe por golpe, las derrotas que este le había infligido, en 100 y 200 metros, en los campeonatos jamaicanos.

Bolt revalidó su título de 100 metros con la segunda mejor marca de la historia (9.63), a solo cinco centésimas de su récord mundial, y el de 200 con 19.32, pero no quiso despedirse sin batir un récord. El pasado sábado, último día de atletismo en el estadio, puso un bello remate con su sexta medalla de oro olímpica al frente de un relevo formado, además, por Nesta Carter, Michael Frater y Yohan Blake, que regaló al público un nuevo récord mundial de 4x100 (36.84).

Otros récords

Los otros dos récords fueron obra de mujeres. La rusa Yelena Lashmanova destronó a su compatriota Olga Kaniskina en 20 kilómetros marcha con 1h25:02, y el relevo estadounidense 4x100 acabó, con un registro de 40.82, con un récord de la antigua era, en poder de Alemania oriental desde hacía 27 años.

Otra estadounidense, Allyson Félix, obtuvo el justo premio a la constancia al consagrarse campeona olímpica de 200 metros después de haberlo intentado dos veces en una prueba que le ha dado ya tres títulos mundiales. Se va de Londres con tres medallas de oro, porque participó, además, en los dos relevos ganadores.

Para el público británico el héroe fue Mo Farah, el nuevo rey del fondo mundial, que repitió en 5.000 y 10.000 el doblete que había cuajado en Pekín el etíope Kenenisa Bekele.

Farah, somalí de origen, inscribió su nombre junto al de atletas legendarios como Emil Zatopek, Lasse Viren o Mirus Yifter al conseguir el doblete del fondo.

En el lado opuesto, el de las decepciones, destaca la rusa Yelena Isinbáyeva, la coleccionista de récords mundiales -esta temporada logró el número 28-, que aspiraba a convertirse en la primera mujer con tres oros consecutivos y solo pudo conseguir un bronce.

Estados Unidos reforzó su hegemonía olímpica con 29 medallas, incluidas nueve de oro, en comparación con las 23 y siete títulos que obtuvo en Pekín 2008.

Finalmente, Rusia repitió segundo puesto, pero hubo cambio en la tercera plaza. Kenia, que en el estadio "El Nido" pequinés había obtenido seis medallas de oro y catorce en total, ha caído en los Juegos de Londres hasta el sexto lugar con solo dos títulos y once metales.