La rusa Evgeniya Kanaeva sumó un segundo título olímpico a su extenso palmarés al ganar el concurso completo de gimnasia rítmica, en una final que dominó de principio a fin. Kanaeva, que ya ganó el oro en Pekín 2008, es la primera gimnasta que hila dos victorias olímpicas consecutivas desde que esta disciplina entró en los Juegos, en Los Ángeles 1984.

Kanaeva sumó 116,900 puntos, por 114,500 de su compañera Daria Dmitrieva, que se hizo con la plata, y 111,700 de la bielorrusa Liubou Charkashyna, ganadora del bronce en dura competencia con la azerbaiyana Aliya Garayeva (111,575), la única superviviente de la final de Pekín junto con Kanaeva. Fue el único misterio de la final, porque la lucha por el oro se decantó por Kanaeva.

Con notas de 29,350 en aro, 29,200 en pelota, 29,450 en mazas y 28,900 en cinta se aseguró la victoria. Superó con seguridad el elemento en el que falló el pasado viernes en el aro, estuvo exquisita con la pelota y casi perfecta con la mazas.

Con la cinta fue incapaz de repetir el espléndido ejercicio de la ronda de clasificación y sufrió dos pequeños contratiempos (la varilla le rebotó en el hombro antes de caerle en la mano y la cinta se le trabó en una oreja) que le dieron su única nota por debajo de los 29 puntos. Pero, en todo caso, el margen ya era insalvable para Dmitrieva a falta del último ejercicio de ésta. Fue la cinta la única modalidad en la que Dmitrieva quedó por delante.

El bronce que parecía tener en la mano la azerbaiyana Garayeva se lo quitó con una sentida interpretación con la cinta la bielorrusa Charkashyna, que terminó su ejercicio llorando, consciente de que podía llevarla al podio. La que lloró luego fue Garayeva, cuando se vio fuera de las medallas.