El tinerfeño Javier Hernández, que concluyó su participación en la clase Láser Standard en el puesto duodécimo y sin poder entrar en la prueba por las medallas, destacó que se va "con la cabeza alta" porque lo dio "todo en el campo de regatas". El regatista canario afrontaba los segundos Juegos después de ser decimocuarto en Pekín 2008 e hizo balance de su competición en las aguas de Weymouth.

"Me voy con la cabeza bien alta por el trabajo que he hecho. Me esforcé al máximo, pero hay veces que no se puede ganar y hay que felicitar a los que me ganaron", señaló el tinerfeño, que explicó que empezó mal y que después fue en progresión, pero que no le valió para finalmente entrar entre los diez primeros. "Ahora me acuerdo mucho de la penalización que me hizo hacer un 26, que fue mi segundo pinchazo. Sin la penalización estaríamos entre los diez primeros, pero son cosas que pasan en nuestro deporte".

Hernández lamentó esos "dos pinchazos" que dio, pero insistió en que "son cosas del juego" y en que "dio todo en el campo de regatas".

"Me voy contento para casa", apuntó finalmente el regatista, aunque también reconoció que esperaba mejorar mucho más el duodécimo puesto hecho en los Juegos Olímpicos de Pekín.