El fútbol sala fue el gran atractivo de la jornada. Todos los enfrentamientos se jugaron en las instalaciones del Pabellón de El Quiquirá (La Orotava). Con el parqué en perfecto estado empezó una eliminatoria muy igualada en la que sorprendió el nivel de la Policía Local de Arteixo, que se deshizo con suma facilidad de uno de los dos combinados cariocas por 6-2.

También en la jornada matutina se disputó otro encuentro agónico entre la Brigada de Bomberos de Polonia y la Policía de Cuenca, que tras ir perdiendo y marcar el gol de la igualada a falta de 30 segundos para el final, en la tanda de penaltis el equipo español se llevó la victoria.

A las cuatro de la tarde arrancaron las semifinales y ya se palpaba la tensión de los jugadores en el ambiente. Los primeros en saltar a la cancha fueron la Policía de Cuenca y el segundo equipo inscrito, de la Policía Militar de Brasil. Aunque les costó inaugurar el marcador, los cariocas lograron llevarse el partido por tres tantos a uno. Eso sí, siempre contaron con el incondicional apoyo de su afición, que tal y como habían hecho hasta la fecha, convirtieron el fútbol en una fiesta. Con su pase a la final, al estar en el torneo como invitados, los brasileños solo pudieron optar a una medalla conmemorativa.

En el otro cruce, la Policía Local de Arteixo venció a la Guardia Urbana de Barcelona, a la que el cansancio acumulado le pasó factura. Por lo tanto, con la victoria los coruñeses se metieron en la finalísima y lograron directamente la medalla de oro.

Con los resultados que se dieron durante la tarde, el morbo estuvo en quién se iba a llevar la plata y el bronce. Para dilucidar esta incógnita hizo falta que se enfrentara la Policía de Cuenca a la Guardia Urbana de Barcelona. Aún así, con poca emoción, los conquenses supieron imprimir un fulgurante inicio que les valió para liquidar al rival y colgarse el metal grisáceo.

Con todo decidido en cuanto a medallas se refería, comenzó el último partido. Sin un dominador claro, los ataques aparecieron en forma de contras debido a las férreas defensas planteadas. Probablemente, los primeros 25 minutos fueron los que tuvieron más calidad de todo el campeonato, aunque terminaron 1-1.Ya en la segunda parte, con los nervios a flor de piel, los suramericanos se pusieron por delante, pero los peninsulares establecieron la igualada. Los penaltis fueron los jueces en el enfrentamiento y les concedió el triunfo a Arteixo.

Feo gesto.- A pesar del espectáculo, la jornada transcurrió marcada por el lamentable incidente que protagonizó la Guardia Civil de Tarancón. En su partido de cuartos, no supieron encajar la derrota y la pagaron con el equipo contrario. Tras muchos piques, cuando solo restaba un minuto, formaron una tangana en la que llegaron a las manos.

Incluso, los jugadores taranconeros lanzaron insultos al árbitro al igual que a los rivales y uno de ellos arrojó comentarios tales como "si Franco levantara la cabeza...". Sin duda, unos hechos impropios del fútbol sala y que no tienen cabida en el espíritu de estos Juegos Europeos.