YA lo dice el adagio que encabeza el artículo de EL DÍA de esta semana: quien da primero da dos veces, y es cierto, puesto que la persona que traemos a estas páginas fue un pionero en el automovilismo deportivo, aparte de otras actividades, algunas más cercanas que otras a este deporte, pero en todas ellas fue un innovador.

Nos estamos refiriendo al amigo Francisco Miguel Borges Estévanez (1929-2008), más conocido en el mundo del fotingo como Paco Borges. Recientemente se le hizo un merecido homenaje por haber sido el primero en organizar y celebrar una prueba de velocidad en circuito cerrado y urbano en nuestra isla. De eso hace ya exactamente cincuenta años, pues fue en el mes de mayo de 1962 cuando se corrió este primer Gran Premio, entre las avenidas de Tres de Mayo, Reyes Católicos y Pérez Armas. El acontecimiento fue todo un éxito, y aunque el organizador y participante Paco Borges, a los mandos de un modesto Renault Dauphine, quedó sexto en la clasificación general, esto bastó para que ya la semilla del automovilismo deportivo germinara, de tal manera que el fruto de la misma lo podemos contemplar en la infinidad de pruebas y modalidades que se celebran en la actualidad en Tenerife.

Paco Borges era un piloto de probada experiencia y ya venía bien bregado de correr en los circuitos de Venezuela, país en que estuvo residiendo durante muchos años. Al volante de los muy variados "bólidos" que condujo, su comportamiento al frente de los mismos era el de todo un "gentleman", como también lo fue con sus amigos y adversarios del volante.

También a Paco Borges le cabe el honor de haber fundado la primera escudería de la isla, a la que bautizó con el nombre de "Tenerife" y que fue presidida por el empresario Alfonso Santaella Cayol. Posteriormente, Paco Borges funda la Escudería Teide tras haber disuelto la anterior, renaciendo bajo esta nueva escudería, con más fuerza que nunca, las celebraciones de todo tipo de pruebas automovilísticas.

Aunque Paco Borges abandona la práctica del deporte, continúa colaborando y ayudando en cuantas pruebas se celebran y su espíritu de emprendedor le lleva a otras actividades mercantiles, como fueron las de hostelería o cafeterías.

Precisamente, en este sector comercial el sello de Paco Borges era muy ostensible, ya que montó en 1967 un establecimiento donde se respiraba por los cuatro costados el olor a la velocidad. Nos estamos refiriendo a "Le Garaje", sito en la calle Santa Rosalía, nº 75, local que muy pronto se convirtió en centro de reunión de todos los aficionados al mundo del motor. Este establecimiento contaba con dos plantas: la baja para discoteca, adornada con temas de automovilismo e incluso viejos fotingos fueron expuestos en su interior, mientras que la parte alta, a nivel de la calle, estaba destinada al ocio. Hasta aquí parece de lo más normal, pero como Paco Borges nos asombraba con su capacidad creativa, no duda en montar la primera pista de Scalextric de la isla. Si su montaje fue ya espectacular, no digamos una vez finalizada, puesto que ocupaba casi toda la superficie de la primera planta y los pequeños bólidos eléctricos COX o Fleischmann, a escala 1:24, alcanzaban velocidades impensables comparadas con las de las caseras, llegando más de uno a parar de un salto a la calle Santa Rosalía. Sobre esa pista se celebraron todo tipo de carreras, desde las habituales a equis vueltas hasta las famosas dos horas en 1968, todo un reto para aquellos pequeños motores eléctricos.

El costo total de la inversión en "Le Garaje" alcanzó la cifra de 1.605.000 pesetas, incluyendo el valor de la pista de Scalextric, que ascendió a las 100.000 pesetas.

Desde estas páginas le damos las gracias al RACT por el homenaje rendido al padre del automovilismo insular y nos unimos al mismo. Paco se lo ha ganado.

www.fotingosdecanarias.es.vg