El francés Thomas Voeckler, que hoy se impuso en la décima etapa del Tour de Francia, señaló que su triunfo es la respuesta a las sospechas sobre dopaje en el equipo Europcar lanzadas al principio de la ronda gala.

"Nos escupieron encima al principio del Tour, la mejor respuesta está en la carretera", dijo el francés que sumó en Bellegarde-sur-Valserine su cuarto triunfo en la ronda francesa.

El ciclista afirmó que atacó en el último tramo porque sabía que había un repecho final.

"Creo que los demás se miraban demasiado. Sin querer ser pretencioso, creo que yo era el más fuerte. Si el final hubiera sido en llano, no lo hubiera intentado, pero al ser un poco en ascenso me lancé", afirmó.

"En el tramo final he sentido un sufrimiento extremo", dijo Voeckler, que estuvo a punto de perderse el Tour por una lesión de rodilla que le ha dado problemas en los días anteriores.

"También hoy me dolió, pero decidí trabajar para que no se enfriara y sentir menos el dolor", señaló.

Voeckler indicó que se metió en la escapada del día con la intención de sumar puntos para vestirse con el maillot de rey de la montaña, pero que cuando vio que gozaban de margen pensó también en la victoria de etapa. Al final, se llevó las dos recompensas.

"El maillot de la montaña es un objetivo, pero soy muy humilde y modesto, para ganarlo en París hay que sumar muchos puntos, no será fácil", dijo.

Durante la escapada, Voeckler dijo que estaba dispuesto a trabajar en las subidas con la condición de que fueran los otros quienes lo hicieran en el llano.

"Creo que me vigilaban más que a los demás. Pese a todo, mi director me ha dicho sacrifícate. Y le hice caso. Sólo he creído en la victoria a cien metros de la línea. No he podido ni levantar los brazos por el dolor que sentía. Lo he dado todo", aseguró.

"Yo hago ciclismo para ganar y la alegría de la victoria pesa ahora más que ningún otro sentimiento. No se puede comparar con lo del año pasado, pero estoy muy feliz", señaló el cuarto de la pasada edición.