El Tenerife publicó ayer, en su web, un reportaje que repasa las principales cifras relacionadas con el respaldo de los aficionados en los partidos que jugó el equipo en el Rodríguez López durante el curso 11/12.

En los veintidós encuentros que se jugaron en el estadio, tres de ellos de la fase de ascenso, asistieron 222.932 espectadores, lo que supone una media de 10.133 aficionados por choque.

Los compromisos correspondientes al play-off, ante Badalona, Linense y Ponferradina, dieron como resultado total la presencia en las gradas del Heliodoro de 46.382 seguidores; es decir, que la media superó los 15.000 por partido.

Pero hubo otros aforos similares a lo largo de la Liga. El más alto fue el que coincidió con la visita del Castilla, ya que ese día se acercaron al recinto de la calle San Sebastián 13.400 hinchas. Además, 11.360 espectadores vieron el Tenerife-La Roda y 10.229 se dieron cita en el choque con el Coruxo. Por contra, la entrada de público más baja se registró el último fin de semana del año, justo antes del descanso navideño, con motivo del encuentro con el Marino de Luanco (6.441).

También resultó llamativa la respuesta de los aficionados en el único choque que se celebró en el Rodríguez López un miércoles por la noche, el que trajo a la Isla al Sanse. Ni la televisión en directo impidió que la entrada de público se acercara a los 9.500 espectadores, cifra que coincide con el número de abonados del ejercicio pasado.

Con todo esto, el Tenerife reunió más de una vez a más aficionados en su estadio que muchos clubes de Segunda A e incluso de Primera División.

Por otra parte, el club recuerda en el informe que los abonados no realizaron gasto extra alguno, aparte del correspondiente a la adquisición del pase, y tuvieron la oportunidad de presenciar los diecinueve partidos de Liga y los tres de la fase de ascenso. El resto del público contó con la ventaja de que el precio de las entradas solo aumentó dos veces, cuando el Tenerife se enfrentó al Real Madrid Castilla y en el duelo definitivo, ante la Ponferradina. En ambos casos, el club blanquiazul aplicó la tarifa de la media jornada económica.

Pero la afición no solo acompañó al equipo en sus partidos en casa. También se animó a seguirlo en sus comparecencias en campo contrario. Por poner dos ejemplos, a Valdebebas asistieron más de doscientos y a la última visita del curso, la de la eliminatoria final ante la Ponferradina, unos quinientos.