Los jugadores del Tenerife salieron de vestuarios disgustados por el resultado y por la imagen que dio el equipo en el Toralín, pero con la esperanza de darle la vuelta a la eliminatoria en el segundo partido. Todos coincidieron en que el resultado pudo ser peor y en que el Heliodoro va a ayudar.

Raúl Llorente admitió que el partido no salió como esperaban. "Buscábamos otro resultado y queríamos otro tipo de partido, pero dentro de siete días llega el choque vital y sabemos que el resultado es remontable. Quiero darle las gracias a la afición que ha venido hasta aquí y les pido que aguanten una semanita más y que sepan que les vamos a devolver lo que han hecho".

Kike López.- El goleador de la anterior eliminatoria reconoció que el equipo corrió bastante, pero sin resultado. "Aun así en el vestuario tenemos muy claro que podemos ganar". El análisis de Kike contempla que el partido "se volvió un poco loco, porque nos fuimos a buscar el empate y nos pudo costar muy caro. Es un resultado peligroso, porque si ellos marcan nos obligarán a meter tres, pero ya hemos marcado esa cantidad de goles en los partidos anteriores y sabemos que es posible". Para Kike, el de ayer fue un "típico partido de play off en el que nos faltó paciencia; ellos empujaron mu-cho". No obstante, lo ve posible "con nuestra gente y con el calor, que también les puede afectar. La gente en el Heliodoro empuja más que su afición en este campo, sé que tienen un buen equipo, pero estoy convencido de que vamos a darle la vuelta".

Kitoko.- El congoleño ve la botella medio llena. "En casa será otro partido, ya hemos demostrado que somos más fuertes y vamos a darle la vuelta a la eliminatoria, tenemos nuestras opciones".