Kike López fue protagonista en el partido de ida del doble enfrentamiento con el Linense, porque provocó el autogol de Pagola. Y ayer también destacó por su actuación. Esta vez con mayor mérito, pues se encargó de abrir y cerrar el resultado con sendos tantos. El se-gundo de sus aciertos, en el minuto 89, terminó por sentenciar la eliminatoria. Fue una diana que el autor quiso compartir con Luismi Loro, su asistente en la jugada. "Medio gol es suyo, porque me dio un pase milimetrado. Sabía que me la iba a poner bien, porque lee a la perfección los espacios", dijo.

Así terminó un encuentro "muy duro" para un Tenerife que salió al campo dispuesto a "marcar las diferencias", y lo consiguió con el certero remate de Kike López en el primer minuto. Pero ni siquiera con esta ventaja el equipo insular pudo respirar tranquilo. "El rival lo puso todo sobre la mesa porque se jugaba la vida y eso se notó", explicó el salmantino, para quien el conjunto blanquiazul "realizó un partidazo". En particular, confesó que se marchó a los vestuarios "físicamente muy acabado", ya que lo dejó "todo" en el campo. "Todos corrimos mucho", añadió.

Ahora el Tenerife se verá las caras con la Ponferradina, con lo que Kike se reencontrará con dos compañeros que tuvo en el filial del Villarreal, equipo del que salió en enero para comprometerse con el club tinerfeño. Se trata de Carlos Tomás y Fofo. De este último destacó su calidad. "Habrá que estar pendientes de él", avisó.

A falta de saber si el Tenerife jugará primero en casa o fuera, el interior opinó que "por dinámica" lo ideal sería que la eliminatoria finalizara en el Heliodoro, aunque recordó que el representativo "sale a ganar en cualquier campo", ya que los de Quique Medina no saben "hacer otra cosa". En cualquier caso, López vaticinó que el duelo final será "bonito y apasionante", y dará "más mérito" en el caso de que el equipo ascienda.