Rafael Escobar situó la clave de la eliminatoria con el Tenerife en la decisión del árbitro de no castigar con penalti una falta a David Hernández en el área local, cuando el cronómetro se acercaba al minuto 90 y el resultado era de empate a dos goles. "Creo que el agarrón fue claro y el colegiado estaba cerca de la jugada y lo vio, pero no tuvo la personalidad suficiente para señalarlo, le faltó gallardía para pitar la pena máxima faltando tan poco tiempo, con el campo como estaba y contra un club del nombre del Tenerife".

El entrenador cordobés añadió que Aitor Gorostegui "jugó con los sentimientos de muchísima gente y de un equipo que tenía la ilusión de dar la campanada en un estadio y un lugar magníficos".

Esa acción dio paso a una cascada de protestas y expulsiones en el Linense, entre ellas la de Escobar, quien reconoció que "a partir de ese momento nos salimos del partido porque era un encuentro de mucha tensión y de nervios en los minutos finales, pero no pasó nada en el túnel de vestuarios".

Antes de felicitar al Tenerife por su clasificación para la última eliminatoria, Rafael afirmó que la Balona termina su participación en la fase de ascenso "con la cabeza muy alta", porque compitió "de tú a tú con un gran adversario". Al respecto indicó que estaba convencido de que el Linense iba a tener "sus opciones" a pesar del resultado adverso en el encuentro de ida. "Lo tuvimos y el equipo lo dio todo, pero el rival estuvo más acertado en los pequeños detalles".