Jorge Perona, el gran protagonista del decisivo triunfo del pasado domingo, encuentra motivos suficientes para apostar por el Tenerife como firme candidato al ascenso a un paso de su clasificación para el play-off. "El equipo que tiene que pelear hasta la última jornada para entrar en la promoción llega enchufadísimo", avisa. Y, a su juicio, el equipo blanquiazul se ha enchufado a tiempo.

Se ha tomado con naturalidad el haber marcado tres goles en el partido con el Oviedo. ¿Es por su experiencia, por su carácter?

Será por las dos cosas. Sé que estos goles han ayudado al equipo, pero también tengo claro que el do-mingo que viene me pedirán que vuelva a marcar, así que me lo to-mo con filosofía porque unos días estás arriba y otros, abajo. Y no me gusta que me afecte demasiado la crítica ni que me debilite el halago.

¿Se ha encontrado en esos dos extremos estando en el Tenerife?

No. Ni aquí ni en muchos sitios me he sentido menospreciado. Siempre he tenido buena prensa y la gente me ha querido, pero es verdad que a lo largo de un año pasas por picos de forma altos y bajos.

¿Es un delantero de rachas?

Las rachas vienen y van, pero tampoco me definiría de esa manera. Me considero bastante regular. Es verdad que unas veces el balón te da en el culo y entra en la portería, y otras en que estás menos acertado y fallas en los remates. No soy un delantero de pasar de marcar 18 goles en una temporada a no lograr ninguno en la siguiente.

Antes del partido con el Oviedo dijo que tenía "hambre de gol". Intuyo que no se habrá saciado...

Los goles son muy bonitos y es imposible que alguien se sacie. Lo que tengo son ganas de aportar y de seguir creciendo en este club.

Ya suma catorce tantos. ¿Va cumpliendo sus expectativas?

Soy ambicioso, no me conformo. Quiero más y sentirme satisfecho al final de la temporada, y que la gente esté contenta con mi trabajo.

Siendo el máximo goleador no parece que sea un titular fijo ca-da semana. ¿Qué lectura saca?

Al venir a un club como el Tenerife sabes que vas a tener mucha competencia y, de hecho, la plantilla es larga. Además, aquí se han realizado cambios en todas las posiciones. Tanto cambio no gusta, pero intento tomarlo con filosofía. Aún así, no me puedo quejar para nada por los minutos y las oportunidades que estoy teniendo. Cada vez que he participado, unas veces con más acierto y otras con menos, siempre he dado la cara.

¿Sospechaba en verano que iba a vivir una temporada de goles?

Quien tiene gol los mete donde sea. La prueba más evidente está en Raúl -Schalke 04-, que sigue siendo buenísimo, es inteligente, tiene instinto... Hasta estando cojo seguirá marcando goles, porque es algo que lo tienes o no lo tienes. En mi caso, siempre he tenido gol y sabía que al venir a un club como el Tenerife iba a marcar fijo.

Y aún faltan dos jornadas de Liga y, seguramente, el play-off...

Mi objetivo es ganar al Marino de Luanco para afianzar la posición que tenemos. Y a nivel personal, seguir creciendo. A partir de ahí, si puedo volver a marcar, fenomenal. Si no, estaré igual de contento si lo hace otro compañero.

Va camino de su sexta fase de ascenso a Segunda División A...

El ascenso es muy complicado. Solo lo logré una vez (Lorca) y lo hice entrando en las eliminatorias como cuarto clasificado. Vivir un ascenso aquí sería un galón más en mi currículum y algo de lo que alardear cuando me retire. Debe ser algo precioso para un futbolista.

¿Se refiere a la repercusión?

Aunque fue una experiencia increíble por lo bien que lo pasé, no es lo mismo ascender con el Lorca que con el Tenerife, porque allí nos iban a ver ocho mil espectadores como máximo. Aquí seguramente asistirían veinte mil en los partidos definitivos. Es muy diferente.

¿Con qué enseñanza se queda de todas esas promociones?

Sobre todo con que ni siquiera el factor ambiente es fundamental. Lo más importante es que el equipo esté cohesionado y llegue en un buen momento. Se dice que es muy importante el público, y lo es, pero cualquier detalle, como un penalty o una expulsión, te cambia una eliminatoria y por mucha gente que tengas apoyando en las gradas, no sales adelante. Sabemos que la afición nos ayudará, pero los que tenemos que estar fuertes y darlo todo somos nosotros.

Entonces, ¿sostiene que es mejor "llegar bien" que ser segundo en lugar de tercero o cuarto?

De tener todos las mismas posibilidades, es mejor llegar como nosotros y no como, por ejemplo, el Real Madrid Castilla, que ya está clasificado y, sin quererlo, a lo mejor baja el listón. En cambio, el que tiene que pelear hasta el final se presenta en la promoción enchufadísimo. Si llegas sobrado al play-off, corres el riesgo de desenchufarte, y no hay ningún botón que te permita cambiarlo todo al instante.

¿Considera que el Tenerife se enchufó en el momento justo con el 3-0 al Oviedo?

Es que no había otra; o nos enchufábamos o no nos enchufábamos. Lo que queremos es que no se quede en un día, como nos pasó en el triunfo con el Castilla en casa, cuando parecía que íbamos a adelantarlos y acabar primeros. Luego pasó todo lo que ya sabemos.

¿Y qué sensaciones tiene?

No hay ningún motivo para ser negativos. Todo lo contrario. Ante el Oviedo se vio un Tenerife comprometido, con espíritu... Se vio el equipo al que estábamos acostumbrados antes de estas últimas jornadas. Y lo que queremos es que el Tenerife continúe igual, que dé la cara y que gane sus partidos.

Al fin pueden decir que una victoria les dará la clasificación...

Lo tenemos en la mano, está cerquita. Estamos llegando al lugar que queríamos, la promoción.

Se le ve muy convencido...

Hay que pensar que este equipo está muy capacitado para clasificarse en la mejor posición y, después, luchar por el ascenso. Si se consigue estaremos todos felices. Si no es así será una decepción muy grande para todos, pero tenemos que darlo todo para que nadie nos pueda recriminar nada por nuestra actitud y que podamos salir con la cabeza alta del estadio.

¿Por qué se produjo ese cambio entre las "últimas jornadas" a las que se refería antes y el partido contra el Real Oviedo?

Porque todo el mundo estaba muy concienciado de lo que tocaba. Era una cuestión de ganar o morir. Con una victoria íbamos a estar casi metidos en la promoción y una derrota nos habría dejado las caras largas y muchos problemas.

¿Le sorprende cómo se ha pa-sado del desencanto a la euforia?

Soy un chico calmado y suelo llevar bien tanto la crítica como el halago. Y este equipo, también. Esta temporada hemos pasado por momentos duros y los hemos superado. Es algo que nos tiene que hacer fuertes para lo que viene.

Pase lo que pase, recordará esta temporada como una de las más agitadas de su carrera profesional...

Es que llama la atención que habiendo estado casi todo el tiempo entre los cuatro primeros, hayamos tenido ya tres técnicos. Pero son las cosas del fútbol y hay que tomarlas como vienen.

¿Comparte esa manera de vivir este deporte?

Pero no pasa solo aquí. Ocurre en cualquier lugar en el que existe la presión mediática y hay muchos aficionados. Por ejemplo, en Oviedo también pasa. Hace dos semanas allí eran muy pesimistas y después del triunfo ante el Castilla cambió todo, pero por la derrota en Tenerife vuelven a verlo todo mal. O igualmente parece que ha llegado un cambio de ciclo en el Barcelona y que sin Pep Guardiola se va a acabar el mundo. Pero el fútbol es así. En mi caso, si esta temporada acabo con una cifra alta de goles, tampoco podré vivir de eso la campaña siguiente. Tendré que trabajar para igualar o mejorar mis registros si quiero seguir en el Tenerife. El fútbol es el día a día. No podemos pensar en lo que pasará mañana y tampoco en lo que hicimos ayer.

Habla de seguir en el Tenerife. ¿Forma parte de sus planes?

Ahora mismo lo único que me preocupa es el partido que viene con el Marino de Luanco. Claro que estoy muy a gusto aquí y sí me gustaría seguir. Pero hasta el final de la temporada pueden pasar muchas cosas y creo que este no es el momento de hablar de eso.

Pero si dice que sí le gustaría...

Reconozco que me integré desde el primer día y que el clima, la gente, el club y todo lo que me rodea hacen que me sienta bien aquí. Pero lo que más quiero es que el club esté contento conmigo y que al final de la temporada me lo transmita y me proponga negociar la posibilidad de continuar.