El Barcelona afronta la Liga con otro ánimo después de haber recortado el pasado fin de semana dos puntos con el líder -se encuentra a ocho del Madrid-, y espera mantener como mínimo esta distancia tras el partido contra el Granada, un rival que nunca ha puntuado en el feudo azulgrana, donde ha jugado 17 veces.

El 0-2 contra el Sevilla otorga mucha confianza a los azulgranas, que han sorteado a uno de los rivales peligrosos y ahora afrontan dos partidos esta semana que los deberían sacar sin muchos problemas, aunque el Granada ya ha firmado tres victorias como foráneo.

El conjunto azulgrana empieza a vaciar la enfermería, con las recuperaciones de Alexis, quien jugó unos minutos en Sevilla, y Thiago Alcántara. Ambos ayudarán a Josep Guardiola a realizar las rotaciones que necesita el equipo para los próximos días, en los que tendrá tres partidos de Liga y la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Milán.

Pese a todo, Guardiola sigue pensando que su equipo no ganará la Liga. "Poca credibilidad tendría si hubiese cambiado de opinión en dos días. Creo que nos equivocamos si ahora estamos pensando en la remontada. Si estuviéramos a cuatro o cinco puntos aún, pero estamos a ocho", dijo ayer, reconociendo que pide a sus jugadores "que no miren el calendario" y que no hagan cábalas sobre posibles resultados, "porque no sirve de nada". "Las semanas se nos harán muy largas si no nos preocupamos únicamente de ganar nuestros partidos. Lo único que podemos controlar es lo que hacemos nosotros. Ahora toca el Granada, conocer sus virtudes y salir a competir, como hacemos siempre", dijo.

El Granada visitará al Barça sin complejos y con la intención de dar la sorpresa, pese a sus numerosas bajas: Roberto, Diakhaté, Yebda, Fran Rico y Jaime Romero.