Un nuevo acuerdo que recoja la conclusión de las obras en el estadio Gran Canaria es factible, según se desprende de la reunión que mantuvieron el consejero de Deportes del Cabildo, Lucas Bravo de Laguna, y el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez.

Este último resaltó el compromiso de la corporación y adelantó que "con 1,5 millones de euros podemos acercar las gradas al césped". El dirigente dio detalles del nuevo planteamiento que se propone, quitando las pistas de atletismo. "La solución es la de montar unas gradas desmontables fijas con una capacidad de 5.000 espectadores más y que estarían pegadas al césped", explicó.