TRAS la finalización de la Guerra Civil española en 1939 todo cambió. El comercio del automóvil no volvió a recuperar el esplendor de antaño hasta bien entrado el año 1948, año en que alcanza la cifra de 399 nuevas unidades, todo un récord si lo comparamos con las irrisorias cifras de los años 1942 o 1945, anualidades en que la cantidad se fijó en ocho y seis unidades, respectivamente.

Entre esta incertidumbre y las desalentadoras perspectivas económicas, una empresa ejemplar tuvo el coraje de establecerse en nuestra ciudad e iniciar una admirable labor comercial que con el paso de los años se convirtió en todo un referente en el mundo del motor regional.

En octubre de 1943 se establece en la calle San Francisco, nº 2, Comercial Roselló, S.A., empresa de origen catalán fundada por los señores José y Juan Roselló. Las actividades empresariales de Comercial Roselló estaban presentes en Barcelona, sede de su central, y en las provincias de Bata, bajo la denominación de "Suministros coloniales"; Santa Isabel, cuya sucursal era conocida por el nombre de "Sunuco", y en Las Palmas de Gran Canaria. Por aquel entonces, las mercancías comercializadas eran vinos, tuberías, tinta para imprenta, tabacos, loza, cristalería y lubricantes, entre otros.

No será hasta el año 1944 cuando son nombrados agente de Ford para el Archipiéalgo y abren su taller especializado en dicha marca, en la calle Santiago, nº 79-81; incluso ya contaba con número de teléfono, el 163, síntoma de adelanto comercial.

Desde esta fecha puede decirse que Comercial Roselló inicia un esplendoroso reencuentro con la marca que había gestionado el ilustre Américo López Méndez, y aunque las fechas y las circunstancias eran muy diferentes, la penetración de Ford en Canarias se produjo con la misma potencia con la que hizo el Sr. Méndez López. Para 1955 la red Roselló ya se había extendido por toda la isla, contando con agentes en las más importantes ciudades del interior, así como en la isla de La Gomera y El Hierro. Las oficinas se trasladaron a la céntrica calle Robayna, nº 6, siendo su teléfono el 2527. Entretanto, el antiguo taller de la calle Santiago pasa a ser ocupado por un gran almacén de maderas y material de construcción, puesto que la labor mecánica recae en el prestigioso mecánico Sebastián Reyes, establecido en la calle Benavides. En los bajos de la calle Robayna los Ford no estaban solos, puesto que Comercial Roselló poseía la representación de las herramientas Stanley, radio Philco y cubiertas Good-Year.

En 1960, y bajo la dirección del arquitecto Enrique Rumeu de Armas, da inicio a un espectacular proyecto en la avenida Tres de Mayo. Se trata del primer edificio que con carácter de exclusividad se dedica por entero al mundo del motor en nuestra ciudad. Este edificio de cinco plantas de alzada y construido sobre un solar de 3.123 metros cuadrados albergaba almacenes, sala de exposición y venta, oficinas, garajes y estación de servicio. El presupuesto de la obra se calculó en 8.421.354 pesetas y su finalización fue en 1966, siendo desde entonces el edificio Ford referente del sector automovilístico, ya que por esos locales pasaron todos los modelos fabricados por la Ford alemana, inglesa y estadounidense en menor medida. Ninguno escapó de haber estado expuesto en su amplia sala de exposición.

www.fotingosdecanarias.es.vg