El deporte tinerfeño vive hoy un día importante. La Isla acogerá desde las 21:00 horas una final inédita de la Copa del Príncipe. Por vez primera en sus veinte ediciones se jugará en suelo canario y si así sucederá se debe, como bien apuntó Alfonso Seoane, directivo de la FEB, "a que el Iberostar Canarias se ganó deportivamente ser anfitrión de la Copa tras ser el líder de la Adecco Oro al concluir la primera vuelta".

Llamamiento a la afición.- La cita de esta noche es un llamamiento al aficionado de la canasta. Será el momento de volver a demostrar en las gradas del Santiago Martín que en esta Isla se respira basket y que la historia reclama un protagonismo para una entidad, el CB Canarias, que tantas páginas de oro escribió allá por los ochenta, cuando los Eddie Phillips, Mike Harper, Carmelo Cabrera, Germán González, Paco Solé, Juan Méndez, Salva Díez y otros colocaron la bandera aurinegra en la sexta plaza de la ACB, además de participar en varias ediciones de la Copa del Rey.

Un rival de cuidado.- Tres derrotas consecutivas no impiden reconocer el gran potencial con el que cuenta Andreu Casadevall en esta temporada 11/12. El aficionado mira la relación de profesionales que lucen la camiseta del equipo de El Plantío y exclama sin dudarlo: ¡Vaya equipazo!

Ross Schraeder, Jerome Tillman, Marcus Vinicius -MVP de la última jornada liguera-, Mateo Kedzo, Dani López, Pep Ortega y su gran estrella, el intratable Darren Phillip.

Los jugadores tienen claro que de las crisis de resultados se sale dando un golpe de efecto en el siguiente partido. Y esa cita es la de esta noche, en la pista del líder. Si el trofeo forma mañana parte del equipaje en el vuelo de regreso a Burgos será el relanzamiento de un plantel llamado a subir.

Los aurinegros, con hambre.- El Iberostar Canarias es un ganador nato. Un plantel con gente ambiciosa a la que no le gusta perder ni a los boliches. La Copa del Príncipe es un galardón atractivo y el 80% de los aurinegros no han podido ganarlo. Hoy tienen la gran oportunidad de sus vidas y con esa hambre saltarán al parquet.

Saben que ambos conjuntos llegan con las fuerzas justas después de jugar Liga viernes y domingo respectivamente. Pero esa pesadez en las piernas desaparecerá una vez se ponga el balón en juego.

Cerrar el rebote, sujetando bien a Darren Phillips; impedir que Schraeder y Vinicius saquen sus "escopetas" más allá de los 6,75; correr la cancha y ofrecer ese juego ofensivo "matador" que caracteriza al Canarias serán las consignas para brindarle a la afición la Copa del Príncipe. "Sí, sí, sí, la Copa se queda aquí", debe ser el grito de guerra al final del partido.