No han empezado bien las cosas para el CD Tenerife, que no pudo ejercitarse ayer en Asturias como tenía previsto. El escaso tiempo de conexión entre el vuelo que le trasladaba a Madrid y el posterior enlace al Principado provocó que las maletas de la expedición insular no llegaran a tiempo.

De esta forma, Antonio Calderón se vio obligado a suspender la práctica prevista para la tarde. El técnico decidió que, en ese horario, sus jugadores tuvieran la oportunidad de dar un paseo por el centro de Oviedo antes de retirarse de nuevo al Hotel Celuisma Las Lomas para descansar. La compañía Iberia se dio prisa en subsanar el error y envió en el siguiente vuelo los baules del Tenerife, pero no llegaron a tiempo de realizar la sesión prevista. En torno a las siete de la tarde (hora canaria) llegaron al cuartel general del conjunto tinerfeño y fueron recogidos por los futbolistas, aliviados por la recuperación de sus pertenencias y las equipaciones deportivas.

Es la primera vez esta temporada que se produce una vicisitud de este tipo y la reacción fue de buen humor, más que de enfado.

Será esta mañana cuando los blanquiazules lleven a cabo el último entrenamiento antes del partido. El escenario es el Campo del Coyote y el horario fijado el de las 11:00 horas. Deberán quedar disipadas las dudas en torno al estado físico de Ayoze Placeres y Chechu Flores que, por precaución, no se ejercitaron junto a sus compañeros el pasado jueves. Calderón podrá decidir entonces con libertad el descarte de la convocatoria, puesto que decidió desplazar hasta Oviedo a 17 futbolistas.