Tere Linares recuperó el pasado domingo su condición de atleta de élite. Lo hizo tras ser cuarta en el XXI Medio Maratón de Santa Cruz, una prueba en la que habitualmente había subido al podio en prácticamente una veintena de ocasiones, desde que lleva participando en el mismo. Vuelve a la escena atlética tras más de una temporada sin competir -su última cita fue en el Cross del Cristo de 2010- y con un incondicional más que la animará desde fuera: su hijo. Hace cuatro meses fue madre por vez primera y, a tenor del resultado obtenido en la capital tinerfeña, se ha recuperado notablemente.

"Ahora todo es diferente, obviamente", pronunció la realejera, "pues tengo otras responsabilidades. Me apetecía probarme, pero ya sabía de antemano que la distancia era muy larga para lo que había entrenado. Salí porque me apetecía, porque quería divertirme y por salir con mi grupo de entrenamiento. Estoy por debajo del 50 por ciento al que puedo llegar y por eso el resultado ha sido positivo, aunque yo siempre me exijo más". La capitana del Tenerife CajaCanarias, que ha renovado su compromiso con el equipo que dirige Ramón Luis Herrera por una temporada más, debuta de esta forma en una campaña en la que nuevamente espera ayudar a su club a lograr la permanencia y pensar en algo más. La San Silvestre Lagunera podría ser su próxima cita. El conjunto blanquiazul ha fichado también a las marchadoras Laura Almeida y Ainhoa González.