Kiko Ratón comparó la sensación que tuvo después del partido con el Sanse con la que puede provocar una derrota. "Entramos cabizbajos al vestuario y estábamos fastidiados, como si el rival hubiera remontado una desventaja de dos goles", explicó el delantero, que se mostró conforme con "el trabajo y la entrega" del equipo en Matapiñonera, pero no con el empate.

"Al principio creamos ocasiones que no supimos aprovechar y salimos al campo con las ideas claras, pero nos acomodamos y nos contagiamos del ritmo del rival", agregó el futbolista sobre la actuación del representativo en Madrid.

El portuense opinó que en en-cuentros como el del domingo el Tenerife no debe permitirse dejar escapar ningún punto, ya que "son vitales para continuar arriba".

En su análisis de por qué al equipo le está costando tanto ganar en campo contrario, apuntó directamente a la "falta de gol". De hecho, el balance anotador de los blanquiazules en sus últimas cuatro salidas es de solo una diana. "Nos falta estar afortunados en el remate, pero hay que insistir porque esto es cuestión de rachas".

El atacante no elude la responsabilidad que le toca en este apartado y admite que está "contento" con su "trabajo" y porque lo está "dando todo" en cada jornada, pero no por su acierto en los remates a puerta. Por ahí le han llegado algunas críticas ante las que el canterano es comprensivo, pero insiste en que su única finalidad es "intentar hacer las cosas bien y darlo todo por el Tenerife". Al respecto, Kiko añade: "Si lo hago mal, entiendo que me maten".