Ni hay rivales fáciles ni ninguno de los 18 participantes en la Adecco Oro serán meras comparsas en esta 11/12. Ganar, sobre todo fuera, tendrá su peso en oro.

Alejandro Martínez hace suyo este mensaje e insiste en la necesidad de tener siempre los dos pies en el suelo, pues sería un grave error creer que por nombres -aunque los del vestuario canarista suenen a gloria- se ganan los partidos. Los éxitos, en una competición tan interesante y con tantos jugadores de primera fila, se consiguen siendo humildes y dejándose la piel en el parquet en cada una de las 34 citas del calendario.

Y con esta mentalidad, olvidando por completo lo que fue una exitosa pretemporada -ya dijo Martínez que cambiaba los tres trofeos ganados por salir airosos hoy de Anaitasuna- el Iberostar Socas Canarias afrontará el estreno liguero ante el Grupo Iruña, rival que el año pasado venció con un final no apto para cardíacos.

Sanz, con máscara.- González Jareño no podrá contar esta tarde con la presencia en pista de Mekongo, alero que fue sustituido por el cotonú Barrett, alero de 24 años y 1,98, que apenas lleva dos días entrenando con sus compañeros. El que sí estará será Iñaki Sanz, si bien lucirá una máscara de protección para su nariz.

En el último amistoso de la pretemporada el grupo de González Jareño se impuso al Lagun Aro (Liga ACB) por 71 a 68, poniendo inicialmente a estos cinco hombres: Uriz (6 puntos), Narros (18), Rakocevic (9), Langford (10) y Starosta (9). Con ellos: Savitski, Raya (4), Jorge García (2), Calvo (2) y Víctor Pérez (10).

Entreno aurinegro.- Buenas noticias para el Canarias, el base Adrián Fuentes se ejercitó con el equipo en la primera parte del entrenamiento realizado anoche, en una cancha próxima al hotel de concentración. Su recuperación invita al optimismo, si bien Eliseo Bento, el fisio, se niega a dar fechas sobre su reaparición.

El equipo se ejercitó con absoluta normalidad y esta mañana volverá a trabajar, ya en el Pabellón Anaitasuna, escenario del partido hoy, señalado para las 19:30 hora canaria.

Una afición ruidosa.- El club espera que las gradas del pabellón registren una buena presencia de aficionados.

El aforo es de 3.000 personas y si bien no se espera un lleno, al menos sí la complicidad de las peñas, deseosas de disfrutar del espectáculo cestista.