Ahora sí. El último fichaje del Tenerife, Chechu Flores, prepara un partido de Liga con plenas garantías y sin el lastre de los problemas físicos con los que llegó a la Isla. Después de recaer de la lesión al debutar con el equipo blanquiazul hace dos jornadas en Albacete, ayer se integró al trabajo convencido de que estará disponible para la visita al Getafe B.

"He notado una mejoría considerable en comparación con otros días. Ya golpeo en corto y no me molesta, pero me falta pulir el disparo fuerte y el centro y finalizar el sprint", contó el interior derecho al terminar un entrenamiento en el que combinó su participación en los ejercicios colectivos con una nueva dosis de carrera continua.

Lo que no hará será tratar de acortar los plazos, tal y como hizo con vistas al compromiso en el Carlos Belmonte. Analizando "con más tranquilidad y cabeza" la decisión que tomó en ese momento de ponerse a disposición de Antonio Calderón, admite que arriesgó demasiado. "Cuando me hicieron la ecografía, me dijeron que la contractura era muy grande y que pudo haberme salido caro", explicó el exjugador del Girona. "Ahora no voy a forzar. No lo considero oportuno porque tampoco estamos en una situación límite, ya que la Liga acaba de empezar y lo ideal es coger una buena base para el resto del año", añadió acerca de la posibilidad de que el técnico lo incluya este viernes en la convocatoria.

De momento, trata de no dejarse llevar por las "ganas" que tiene de "vivir con normalidad el día a día y de competir cada jornada". Y también confía en no tener que sufrir como espectador, una experiencia a la que no estaba habituado. "He estado pocas veces en la grada y se pasa mal, sobre todo con marcadores tan ajustados".

En cualquier caso, es consciente de que la competencia para entrar en las alineaciones es "muy alta". A Flores no se le escapa que "el equipo está rindiendo a un buen nivel y gana jugando bien o mal".