Ruth Beitia, capitana del equipo español por la ausencia de Marta Domínguez, quedó eliminada en la final de altura en su penúltimo año en activo con una marca de 1,92, a tres centímetros de la requerida para estar en la lucha por las medallas.

En sus quintos Mundiales consecutivos, la atleta cántabra, cuyo récord personal es de 2,02 metros, llegaba con una marca de 1,96 este año.

Empezó a competir en 1,80, que pasó a la primera, y continuó sin fallos en 1,85 y 1,89, necesitó dos saltos para superar 1,92 y ya no pudo con 1,95, altura que rebasaron exactamente doce, por lo que no hubo repesca.