Ya está aquí. Esa categoría dura y en la que el fútbol es tan poco vistoso de la que llevamos hablando todo el verano. Ese pozo en el que cayó el Tenerife por hacer las cosas fatal la pasada temporada y en la que compiten ochenta clubes, en cuatro grupos, y solo ascienden cuatro. La temida Segunda División B arranca hoy para el equipo blanquiazul con el enfrentamiento con el otro representante canario, el Vecindario. Tres puntos obligados para un Tenerife al que se le exigirá todo desde el comienzo.

Veinticinco años después, el conjunto tinerfeño aparece en el tercer escalón del fútbol nacional. Lo hace con una plantilla con pocas caras conocidas para los aficionados que no hayan seguido con detenimiento la pretemporada y con el debutante Antonio Calderón al frente. Repite Aragoneses y regresan al club los canteranos Meji y Kiko Ratón. Los demás integrantes del teórico "once" son jugadores por descubrir para el público. No lo sería Kitoko, un futbolista con plaza fija en las alineaciones, pero su participación dependerá de que el club reciba a tiempo el tránsfer procedente de la Federación Italiana, dado que el congoleño está cedido por el Udinese. Si finalmente el técnico se ve obligado a prescindir de este jugador, situará como pivote defensivo al majorero Abel, que ya se estrenó con el primer equipo en el derby con el que finalizó la Liga pasada. Completarán la formación inicial Cristóbal, Tarantino, Medina, Tacón, Marcos, Bravo y Perona, según los ensayos realizados por el entrenador durante la semana.

Entre los elegidos no estará, sal-vo sorpresa, Luna, que se encuentra en la puerta de salida del club. Tampoco será citado Omar, en su caso por lesión, aunque tampoco es seguro que siga en el Tenerife.

En el rival sucede un caso similar al de Kitoko. El delantero Yeray Ortega todavía no tenía ayer tramitada su ficha, de manera que será duda hasta última hora. El equipo grancanario llegó ayer a Tenerife y el exgoleador del Altach podría unirse hoy a la expedición.ç