CADA CLUB es libre de hacer lo que sus directivos y socios consideren más oportuno. Así, Toni Acosta y sus compañeros de junta en el UB La Palma están en su derecho de buscar una salida a la dura situación económica convirtiéndose en "sucursal" del CB Gran Canaria, máximo representativo del basket canario en el panorama nacional.

El acuerdo para la campaña 2011/2012 es la continuación al habido en el pasado curso cestista, en el que la escuadra, dirigida por Carlos Frade -también un hombre de la entidad amarilla- ya contó con una nutrida presencia de cedidos, entre ellos el lagunero Álex López y el espigado Juan Palacios quien, por cierto, lo hizo tan bien que ya tiene un sitio entre los jugadores de Pedro Martínez.

De las nueve fichas ya utilizadas por el plantel del Multiusus de Santa Cruz de La Palma la friolera de seis actuarán en calidad de cedidos. Son estos: Crhistian Díaz, Álex López, Óscar Alvarado, Roeland Schaftenaar, Bakary Konate y Samuel Domínguez. No se descartan si las plazas décima y undécima sean cubiertas por jugadores de proyección pagados por el "Granca".

¿Quién dijo que el UB La Palma no se iba a convertir en una "sucursal" del club de Las Palmas? Pues aquí tienen la evidencia. Seis de nueve.

¡Ojo! no vean en este comentario una crítica negativa hacia el "UB", todo lo contrario. Es una manera práctica de competir en la Adecco Oro sin la obligación de costear al cien por cien el coste de la plantilla.

Lo censurable se centra en comprobar, año tras año, el pasotismo que vive el baloncesto tinerfeño, incapaz de recuperar la hegemonía que protagonizó en los 60, 70, 80, 90...

Los "canariones" nos vapulean en los campeonatos regionales y triunfan en los nacionales. Mientras, aquí, a mirarnos el ombligo y a pelear por el poder de los reinos de Taifas.

Los tentáculos amarillos no se quedan en la Isla Bonita. Ya están en Tenerife merced a ese polémico y desafortunado acuerdo de colaboración firmado por el RC Náutico de Tenerife, un hecho insólito en la historia del baloncesto. También en el EBA nauta colocan a sus jóvenes promesas para que se fogueen, restando plazas a la gente de esta Isla.

Incluso en verano sus técnicos grancanarios, encabezados por Carlos Frade, dirigieron el Campus Dos Bosco, en La Orotava.

Hacen bien, que quieren que les diga. Miran por sus intereses y se aprovechan de las circunstancias. Lo que resulta preocupante es el pasotismo del basket tinerfeño. Así nos va.