Alberto Contador alzó la voz a las puertas de los Alpes con dos ataques en el único puerto de la decimosexta etapa, a 11 kilómetros de meta, que sirvió para reducir diferencias con sus rivales, a excepción del australiano Cadel Evans, el único que se rebeló en una etapa que se adjudicó el noruego Thor Hushovd (Garmin Cervelo).

La decimosexta jornada del Tour volvió a encumbrar a Thor Hushovd, campeón mundial, que firmó su segunda etapa en un esprint entre tres por delante de su compatriota Edvald Boasson Hagen (SKY) y del canadiense Ryder Hesjedal (Garmin), componentes de la fuga que se fraguó en el kilómetro 70.

Por detrás la carrera llegaba rota. Alberto Contador reventó el grupo de favoritos en el ascenso del Col de Manse (2a), a 11 de meta, con un ataque a 3,5 kilómetros de la cima que tuvo continuidad en un ritmo elevado, que hizo daño entre muchos de sus enemigos.

El triple vencedor del Tour, obligado a la estrategia ofensiva para compensar su retraso en la clasificación, estaba loco por atacar y en la primera e inesperada oportunidad no paró hasta descolgar a los hermanos Schleck e Ivan Basso. Solo se resistieron Evans y Samuel Sánchez, con quien habló Contador para colaborar en la estrategia que consistía en coronar el puerto. Objetivo, empezar a limar tiempo. Y mandar un mensaje de supervivencia.

Contador cumplió con el objetivo y Evans demostró que está pletórico de forma y que es el rival a batir. El corredor del BMC fue el más valiente en el descenso y se distanció del dúo español. Arañó tres segundos. Otro aviso.

A 18 segundos del madrileño pasaron el francés Voeckler, que aguantó un día más el maillot amarillo, y Frank Schleck, más fuerte que su hermano Andy, el gran perjudicado, con un retraso de 1.06 minutos.

Fue el maillot arco iris quien impuso su fuerza en la recta de meta, sin apenas respuesta. Mientras Hushovd festejaba su décima victoria de etapa en el Tour de Francia.

Contador presentó credenciales al pie de los Alpes. Sin referencias de su dolorida rodilla, logró una victoria moral que le impulsa en las apuestas. El Galibier y el Alpe D''Huez esperan noticias.