Ascender a Segunda A nunca puede ser considerada una empresa fácil. Los datos históricos sitúan en seis años la media para que un equipo recién caído a la división de bronce recupere la categoría perdida. Ascender a la primera, el objetivo irrenunciable del Tenerife, no es lo más habitual, según la estadística, aunque la última década ofrece más ejemplos de tal éxito deportivo que las anteriores.

En los 35 años de historia de la competición que le espera al conjunto blanquiazul 47 clubes no lograron regresar, entre ellos la UD Vecindario y el recientemente desaparecido Universidad de Las Palmas. Muchos de los que aún no han vuelto eran representantes de capitales de provincia, caso del Oviedo, Burgos, Alavés, Castellón, Cádiz, Logroñés, Jaén, Pontevedra, -todos ellos con pasado en Primera-, Palencia, Ceuta, Toledo, Lugo, Badajoz y Ourense, este último ahora en Tercera.

El Pontevedra, que en la última campaña bajó, contra pronóstico, un peldaño más, es el club que más años tardó en retornar a Segunda División: 27. El Terrassa (23 años), el Granada (22), el Nástic (21), el Racing Ferrol (21), el Cartagena (21) y el Sabadell (18) son ejemplos de equipos que se eternizaron en Segunda División B una vez que cayeron en ella. Ninguno de ellos estará la nueva campaña en esa división en la que eran habituales.

Al CD Tenerife le sale, con los datos de sus anteriores experiencias en Segunda B, tres temporadas de media para recuperar la división perdida. Tras el primer descenso, en el ejercicio 1977-1978, permaneció cinco años en la categoría de bronce. Del segundo, hace 25 años, se recuperó bien pronto. Solo necesito una campaña para conquistar el objetivo.

Doble descenso

El doble descenso del representativo, de Primera a Segunda B en dos temporadas, cuenta con seis antecedentes, protagonizados por distintos clubes: el Celta, que cayó a Segunda B en la 1979-1980; el Almería (1981-1982); el Salamanca (1984-1985); el Burgos y el Cádiz, ambos en la 1993-1994; y el Rayo Vallecano en la 2003-2004. De todos ellos solo el Celta fue capaz de subir a la primera y la media en este apartado también es de seis años, como la general.

De los 131 descensos a Segunda División B contabilizados en los últimos 35 años -no hubo en la campaña 1986-1987, solo dos en la 1994-1995 y cinco, uno por impagos, en la 1990-1991-, 23 equipos cumplieron la misión de ascender a la primera. Eso supone que el éxito deportivo de manera inmediata solo lo consiguen un 17 por ciento de los equipos descendidos. La frecuencia de este dato es más elevada en las últimas campañas, de forma que ocho de estos "ascensos exprés" se produjeron en la pasada década. El caso más cercano es el del Murcia, que hace un mes recuperó como primero la categoría perdida.